Ciudad de México, 26 jul. (AMEXI).- Cultural, artística, histórica, glamurosa, operística, amorosa, musical, eufórica, colorida, modista y lluviosa fue la espectacular ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos París 2024.
El comité organizador, presidido por Tony Estanguet explotó lo largo de los 6 kilómetros sobre el Río Sena, en que constó el recorrido de las embarcaciones con los deportistas en el desfile de las naciones participantes, para presentar una ceremonia espectacular y jamás vista.
El recorrido de las embarcaciones fue por bloques y en los intermedios hubo presentaciones artísticas y culturales, esto con la finalidad de dar tiempo al desembarque de los deportistas y dejar libre los espacios para la llegada de los demás.
Fue, como es tradición con equipo de Grecia, la apertura del desfile de las delegaciones y de ahí los demás en orden alfabético por nombre en inglés.
Llegó la algarabía de los mexicanos y su canto del Cielito Lindo y la euforia de los 571 atletas franceses que cerraron y de ahí continuó la música disco para dar todavía más ritmo, por si faltaba.

Lluvia y música electrónica
Todo eso sucedió bajo la lluvia, por momento convertida en aguacero, pero nada detuvo cada una de las acciones programadas y allí estuvieron las cabelleras, vestimentas y los cuerpos mojados y contoneándose con los diferentes movimientos de baile al ritmo de la música electrónica.
Mientras tanto, la llama olímpica continuó su recorrido por la ciudad, después que fue encendida el 16 de abril en Olimpia, Grecia, el 8 de mayo llegó a Marsella, Francia y siguió trayecto por casi todo el territorio galo.
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“Imagina toda la gente, viviendo la vida en paz”, se escuchó el canto de la memorable canción Imagina de John Lenon, porque la paz es uno de los pilares del movimiento olímpico y sus Juegos.
Luego un personaje apareció con la bandera del Comité Olímpico Internacional (COI) que fue izada en medio de las notas y cantos del himno del organismo.
Philippo Grandi, comisionado de la ONU, fue distinguido por el COI, por su labor en apoyo a los millones de personas desplazadas de sus países y refugiadas, y con ello los jóvenes puedan participar en las competencias de verano y de invierno.
Tony Estanguet expresó que entre Francia y los Juegos Olímpicos existe una historia de amor, porque es en París donde nacieron con Pierre de Coubertin. “Amamos estos Juegos con Pasión”.
A los atletas les dijo que “en los próximos 16 días se verá la mejor versión de la humanidad”.
El presidente del COI, el alemán Thomas Bach, expresó que la “flama olímpica va hacer que Francia brille con más intensidad”.
Solicitó a “todos a que sueñen con nosotros vivir la vida en paz. La humanidad unida en su universalidad e invitó al mundo a celebrar los Juegos”

Declaratoria inaugural
Luego, el presidente francés Emmanuel Macron hizo la declaratoria inaugural: “Yo declaro inaugurado los Juegos Olímpicos de París”.
Enseguida el juramento deportivo y a continuación apareció sobre una pasarela a semejanza de la Torre Eiffel Zinedine Zidane, quien recibió la flama olímpica de un portador anónimo.
La entregó en relevo al tenista español Rafael Nadal, se apagaron las luces y se encendieron las de la Torre Eiffel con los anillos olímpicos y sus rayos láser para convertirla en más espectacular y monumental.
Apareció Nadal sobre una lancha en el Sena para un acto multinacional con Serena Wiliams, Nadia Comanecci y Carl Lewis, de camino a los Jardines de las Tullerías.
Finalmente, los medallistas olímpicos Marie-José Perec y el judoca Teddy Riner hicieron el encendido del pebetero circular y en medio del mismo salen unas cuerdas que sostienen un globo aerostático.
A los pocos instantes se elevó el globo para iluminar los Juegos, la ciudad y el mundo.
La canadiense Céline Dion, quien padece una enfermedad neurológica que produce espasmos y contracciones musculares, hizo su presentación y cumplió el sueño de los miles y miles de fans en el mundo.
Y siguió la fiesta más hermosa de la juventud deportiva del mundo, en la ciudad del amor.







