Ciudad de México, 26 jul. (AMEXI).- Es sabido que la hepatitis produce cáncer, puede ser mortal y que sus síntomas son fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náusea y/o vómito, dolor abdominal, orina oscura, heces color arcilla, dolor en las articulaciones y coloración amarillenta de piel y ojos.
Pero, además, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alerta que en menores la hepatitis puede provocar la muerte si es fulminante y no se detecta de manera temprana.
Cada día mueren tres mil 500 personas en el mundo debido a los tipos de hepatitis B y C. El Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica indica que el registro acumulado de hepatitis virales en México en 2024 llegó en la semana 13 a la cifra de tres mil 52 casos.
A su vez, el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el sida indica que las pruebas aplicadas del 1 de enero de 2023 al 22 de julio de 2024 para virus de Hepatitis C detectaron a 18 mil 755 personas con la enfermedad.
«Es un problema de salud pública que incluso puede ser mortal”, señaló Eduardo García Castrejón, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM en ocasión del Día Mundial contra la Hepatitis, que se celebra el 28 de julio.
“Es una inflamación del hígado que ocurre cuando ese órgano se infecta por un virus, que pueden ser de alguna de cinco cepas que causan diferentes grados de gravedad en los pacientes.»
Principales cepas
Las hepatitis tipo A, B, C, D y E son las cepas principales y se diferencian en la forma de transmisión así como en la gravedad que cada una puede causar.
“B y C son las más graves, incluso la D, cuando se asocia con B, puede ser muy grave y mortal, si no se atiende a tiempo con un adecuado tratamiento”, agregó el académico.
Recalcó que la A, frecuente en niñas y niños, puede provocar deceso si causa hepatitis fulminante y no se detecta de manera temprana.
“La más común es la viral, causada por algún o varios tipos de virus (A, B, C, D y E); la alcohólica es ocasionada por el consumo excesivo de bebidas con ese componente.”
Agregó que la tóxica la pueden provocar ciertos venenos, productos químicos, medicamentos o suplementos; mientras que la autoinmune es un tipo crónico en el que el sistema inmunitario ataca al hígado. La genética y el entorno pueden influir.
“En general, las A y E se transmiten a través del contacto con alimentos o agua contaminados con heces de una persona infectada.”
La segunda también se puede contraer al comer carne de cerdo, ciervo o mariscos poco cocidos; la B, C y D, por exposición con la sangre de quien tiene la enfermedad.
La B y la D, además, pueden propagarse mediante el contacto con otros fluidos corporales. Esto puede suceder de diversas maneras, como compartir agujas de drogas o tener relaciones sexuales sin protección.
Segunda causa de muerte
García Castrejón mencionó que, para el caso de México, hasta 2020 se tenía un registro de tres mil 978, con una incidencia de 3.1 por cada 100 mil habitantes.
De la B se cuantificaron 369, con una incidencia de 0.28 por cada 100 mil habitantes; y del tipo C, mil 366, con una incidencia de 0.6 por cada 100 mil habitantes. Aclara que ambas pueden estar infradiagnosticadas, ya que bastante gente no se realiza pruebas o estudios.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la hepatitis es la segunda causa infecciosa de muerte en el mundo, con 1.3 millones de fallecimientos al año.
De esas muertes, 83% fueron a causa de hepatitis B, y 17%, por la C.
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Cada día mueren tres mil 500 personas en el mundo debido a ambos tipos, y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), precisa que los virus de B y C causan 57% de cirrosis hepática y de 78% de cáncer primario de hígado.
La OMS detalla, en un documento difundido en la Cumbre Mundial sobre las Hepatitis, en Lisboa, Portugal, que a pesar de la mejora de las herramientas de diagnóstico y la disminución de los precios de los productos, las tasas de cobertura de las pruebas y los tratamientos están estancadas.







