Ciudad de México, 5 ago. (AMEXI).- Armand Duplantis tocó el cielo dorado, el cielo de los dioses del olimpo y el cielo que tiene por límite en el salto con garrocha, donde se consagró todavía más con récord del mundo en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Armand Duplantis fue la estrella que iluminó la noche en el Estadio de Francia, fue el último competidor de la jornada y fue un público que estuvo ahí para impulsarlo y ovacionarlo.
Después de superar la varilla a 6 metros con 10 centímetros, pidió subirla a los 6.25, un centímetro más de su récord mundial que había impuesto en febrero pasado.
Falló en sus dos primeros intento y luego del segundo tomó todo con calma, incluso como si estuviera en la playa o en el jardín de su casa y con el disfrute de su público, que le rindió pleitesía y admiración.
Fue a ver a su entrenador, quien le enseñó el video del error, le dio instrucciones, luego camino, se sentó en su banca, se quitó los tenis, agarró un rodillo y se tendió en el piso y se masajeó la parte baja de la espalda.
El rey del show
Se sentó, cruzó la pierna como si estuviera en la playa, no le importó que se hiciera más noche con el paso del tiempo, disfrutó el canto del público y por fin agarró la garrocha y se fue a su pista.
Armand Duplantis salió disparado, explosivo, vertiginoso, con la garrocha por delante, la posicionó, se elevó y agarró un vuelo hasta lo más alto y superó la varilla.

Explotó de júbilo y los miles de aficionados en el Estadio de Francia también, porque nadie se había ido por ser testigos de la historia atlética, de la proeza y la hazaña.
Nadie se fue por ver cómo Armand Duplantis tocó el cielo dorado, se consagró e inmortalizó todavía más.
Luego de caer al colchón, se levantó, corrió a brincos como un niño, se entregó a los brazos de su novia, de amigos y de su entrenador.
Euforia
Los aficionados, como amantes del atletismo, se mantuvieron de pie, lo vitorearon y aplaudieron en su vuelta olímpica, donde se encontró con la campana de los campeones, la hizo sonar y el público estalló otra vez en júbilo.
Los fotógrafos le tomaron la tradicional foto con la pizarra que marcó su récord mundial de seis metros y 25 centímetros, para superar el 6.24 que impuso el 20 de abril pasado en China.
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Es la estrella del show, es una semejanza del ruso Serguéi Bubka, quien entre 1983 y 1997 registró 35 plusmarcas mundiales, entre al aire libre y en pista cubierta.
Tiene todo, bicampeonato olímpico y mundial, récords olímpico y mundial; todo, todo.
Es la estrella de los Juegos Olímpicos Paris 2024, que nació en Suecia para el atletismo mundial, y el show va continuar







