La explanada de la Alhóndiga de Granaditas dio testimonio de una fusión cultural extraordinaria con el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, acompañado de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) y la agrupación Mono Blanco, con un espectáculo que honró las raíces mexicanas a través de danza, tradición musical y montaje escénico.
Bajo la dirección general de Salvador López López y la dirección artística de Viviana Basanta Hernández, el programa presentó danzas representativas de regiones como Guerrero, Jalisco y Veracruz, en un recorrido que evocó la riqueza del patrimonio cultural de México.
Lee: Michictlán: Un sendero de cempasúchil para su eterna memoria
Ver esta publicación en Instagram
La magia de la noche: detalles que marcaron el espectáculo
La puesta en escena se prolongó durante aproximadamente 135 minutos, combinando coreografía, música instrumental en vivo y elementos escénicos de gran formato.
En el repertorio figuraron piezas emblemáticas del folclore nacional, que incluyeron elementos de charreada, danzas veracruzanas, la “Fiesta de Tlacotalpan” y otros números que evocan la diversidad regional.
La colaboración con Mono Blanco, agrupación consagrada en el son jarocho, aportó una sonoridad vibrante que potenció la experiencia interpretativa y dio un matiz distintivo al espectáculo.
El público respondió con aplausos contagiados de emoción y celebró la calidad artística de cada número.
La presentación conjunta en el Cervantino del Ballet Folklórico de México, la OSUG y Mono Blanco no solo constituyó un espectáculo visual y auditivo de alto nivel, sino también un acto de reafirmación cultural.
En esa noche, el folclor mexicano despertó con fuerza renovada y recordó a cada asistente el poder de la danza y la música como vehículos para contar nuestra historia colectiva.
Ver esta publicación en Instagram