El Foro Shakespeare recibirá a partir de febrero la puesta en escena “No concreto”, de Rupestre Teatro, una propuesta de teatro físico que narra una historia profundamente humana con las actuaciones de Thelma Carrizosa, Bárbara Alvarado en la dirección y Diego Martínez Villa en la actuación.
“No Concreto” es una obra que invita a reflexionar sobre los contrastes de la vida en los barrios de la Ciudad de México: lugares donde los sueños más puros pueden convivir con las realidades más duras. Este unipersonal, protagonizado por el actor Diego Martínez Villa, lleva a recorrer las calles de una infancia marcada por los anhelos y el impacto de la violencia.
La puesta en escena utiliza el teatro físico como vehículo principal, sumerge al público en un relato donde los cuerpos hablan y el movimiento revela emociones que las palabras no pueden expresar por completo. La obra ofrecerá funciones del 5 de febrero todos los miércoles hasta el 26 de dicho mes.
La historia narra el viaje retrospectivo de un hombre que, al enfrentarse a un momento decisivo en su vida, vuelve a las calles donde creció para comprender cómo su entorno lo moldeó, tanto en sus sueños como en sus heridas.
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Diego Martínez Villa reflexiona sobre esta obra
El protagonista de la obra habla de su propia experiencia y como se identifica con la obra: “Una imagen que tengo clavada desde la infancia es que en la calle en la que crecí, siempre había algo que me estorbaba para ver el cielo: Cables de luz que enredan nidos anárquicos y cemento.
“En ese escenario sin cielo, hay una situación que siempre me ha dado miedo: La violencia. En este escenario caminamos, usando por motor nuestros diarios anhelos, que se encuentran fértiles en estos ecosistemas descarnados que son los barrios de la Ciudad de México.
Esta obra no busca ofrecer respuestas fáciles, sino abrir un espacio para que el público reflexione sobre las historias que cargamos y los espacios que habitamos. Todos somos parte del concreto, pero también de los sueños que logran abrirse paso entre las grietas.”
Sobre la obra: Ecos de un entorno urbano
El montaje no solo refleja la realidad de los barrios de la Ciudad de México, sino que también abre un diálogo universal sobre la relación entre el entorno y la identidad. La obra pone de manifiesto cómo las calles, las canchas y los callejones pueden ser testigos de los sueños más altos y, al mismo tiempo, escenarios de los momentos más oscuros.
A través del teatro físico, “No Concreto” ofrece una experiencia escénica que va más allá de lo narrativo, invitando al público a vivir una historia que se siente tan cercana como universal.
La obra busca conectar no solo con audiencias asiduas al teatro, sino también con quienes habitan los mismos barrios que inspiran esta obra. Es una invitación a mirar nuestras propias historias y reconocer el poder transformador del arte como medio para sublimar el dolor y construir nuevos caminos.
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