El músico Leonardo Tatis Serrano, trompetista, guitarrista y compositor, acaba de culminar su ópera prima, “Susurro de caballos” (2025), que bebe de las fuentes ancestrales indígenas, africanas y europeas, de la música colombiana, cubana, brasileña, africana, y del jazz norteamericano.
Con esa suma rítmica y sonora Tatis Serrano teje milagros sonoros. La obra es fruto obstinado de muchos años de indagaciones artísticas.
Es conocido como Leo Tatis en Cartagena de Indias, en su ciudad natal. Graduado con honores en Berklee College of Music, en Composición y Performance, es autor de incontables canciones como “Esto es amor”, “Porro mágico”, “El callejón”, entre otras.
“Susurro de caballos”, la ópera prima del músico colombiano Leo Tatis
Participa con su trompeta y su guitarra en “El pescado de arco iris” y “El Pony Azul”, de la pianista japonesa Masako Fujimoto. Tuvo el privilegio desde muy temprano de recorrer Europa, Asia y África, acompañando a la legendaria cantadora Totó la Momposina, tocando la guitarra y el tres.
Polifacético en su obra musical, fue escogido como alumno sobresaliente en Berklee para acompañar al gran Larry Harlow, en la interpretación de la obra “La cartera”. Tocó un tiple colombiano como si fuera un tres cubano, y años después, en Cartagena, acompañó con un tres, a Johnny Pacheco. Trabajó junto a los Gaiteros de San Jacinto, Nueva Generación, durante varios años, y ganó con ellos un par de Congos de Oro.
El álbum “Susurro de caballos” se presentó con presencia masiva de público recientemente, en Casa Moraima en Cartagena, con la participación de destacados músicos: Gabriel Tatis Serrano, Jean Zolano, Norbey Cervera, Jonathan Martínez, Tiko Tambor, Gato Blues, el performante de Natalia Ocampo, entre otros.
La portada del álbum es una obra del gran pintor colombiano Limberto Tarriba, de su serie surrealista Los Manicornios, unicornios que no tienen cabeza sino una mano vertiginosa, criatura mitológica que desciende de la luna y surca nubes y mares. Conversamos con el músico Leonardo Tatis Serrano.
¿Qué músicas de Colombia o del mundo fueron decisivas en su formación de infancia y primera juventud, antes de estudiar en Berklee?
Plácido domingo, Villancicos, Vivaldi, Terapia de Africa, Folclor Colombiano, música novembrina y navideña colombiana y centroamericana,
Más adelante, grunge de Seattle, Motley Crue, Metallica, Marilyn Manson, Green day, Blink182, Foo Fighters, Rage Against the Machine, Radiohead, Ekhymosis, Soda Estereo, Cachao López, Irakere, Ravel, Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Antonio Carlos Jobim, Lucho Bermúdez.
¿Qué fue esencial al conocer de cerca la cátedra de Charlie Parker, la obra de Dizzi Gillespie, Thelonius Monk o John Coltrane, en Berklee?
Me parece que lo esencial de cualquier forma de lenguaje humano, es comunicarse con otras personas y usar esas herramientas para contar nuestras historias, es la labor de cualquier artista. Al ver el contexto social se puede entender el significado implícito de lo que querían transmitir a las gentes de la época, en el caso de los primeros jazzistas que vivían en mundo lleno de prejuicios y odios que venía de 2 guerras mundiales recientes con la guerra fría en remojo.
¿Qué profesores o maestros de Colombia y Estados Unidos aportaron a su obra musical?
En Colombia, mi primera maestra de música fue Margarita Escallón que me dio clases grupales de piano y solfeo cuando tenía 6 años. Después, estudié con los maestros Armando Salazar, Juan Álvarez, Francisco Fortich, Francisco Zumaqué, Rafael Oyaga, Kike Purizaga, Jorge Zorro, Totó la Momposina, el gran tiplista de Cali, Óscar Escobar, Solfeo atonal con la pianista rusa Elena Kratzuskaya, Greg Hopkins, Dave Fiukzinky, Lin Biviano, Jeff Stout, quien fue maestro de Roy Hargrove uno de mis trompetistas favoritos.
En su álbum de 2025 que sintetiza años de búsqueda, fusiones y experimentaciones, ¿cuál es la relación entre composición, texto oral y literario y creación rítmica y sonora?
En el marco global de la creación como en un rompecabezas, se puede empezar desde cualquier esquina, ángulo o grupos de piezas que, aunque al principio no parecen tener conexión, al llenar los espacios, cada letra va encontrando una armonía que complementa o acentúa la emoción que se quiere trasmitir con palabras o al revés: unos ritmos y armonías inspiran unas palabras que le encajan mejor que otras.
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El jazz bebe de fuentes ancestrales, modernas y contemporáneas. ¿Qué aportan los orientales a Occidente en estas nuevas sonoridades y búsquedas artísticas?
La influencia oriental para mÍ es un contraste entre la simplicidad pentatónica y un pulso constante, como un Shamizen japonés y la polirritmia condimentada con la microtonalidad, que evoca las historias del medio Oriente y partes de la India y Sri Lanka.
¿Qué valor musical aprecia en la participación individual en su álbum de los saxofonistas Justo Almario y Saboor Salaam?
La participación de Justo Almario es una clase magistral de cómo desarrollar un solo improvisado de tal manera que es casi imperceptible el aumento gradual en la intensidad para llegar a una resolución bella y poderosa. El concepto de Saboor es diferente, mas intuitivo como buscando una sincronicidad accidental, resultado de horas ininterrumpidas improvisando sin un orden o crecimiento gradual visible pero con un concepto solido de menos silencios prefiriendo la sonoridad impulsiva en vez de una estrategia creativa.