Su voz tiene resonancia continental. Y eso se confirma en la forma como ella entiende su compromiso artístico: “El arte es una flor en un campo de batalla, pero también la estrategia de la batalla. Es más, sin el arte… ¿qué sería del ser humano?”
Directora en nuestro país del Tercer Encuentro de Poetas Iberoamericanos que comenzará la segunda semana del mes de septiembre, la poeta, ensayista y gestora cultural española Carmen Nozal ha construido una trayectoria que combina sensibilidad lírica, compromiso político y una voz espiritual profundamente personal.
Nacida en la región septentrional de Asturias en la península ibérica un 30 de noviembre de 1964, su formación ha transitado entre la mística castellana del Siglo de Oro y las voces vibrantes de América Latina, encontrando desde los 21 años en México un territorio fértil para expandir su escritura y labor literaria.
Nozal es autora de una obra poética centrada en el amor, el deseo, la muerte y la justicia social. Actualmente dirige en México el Tercer Encuentro de Poetas Iberoamericanos, una iniciativa nacida en Salamanca, España, y que busca hermanar voces poéticas del continente a través de lecturas, homenajes y actividades comunitarias.
Una flor en el campo de batalla
Nozal no cree en la poesía como destino sino como decisión. Y así lo cuenta desde sus evocaciones primigenias:
“Mi primer recuerdo ligado a la poesía data de la primera semana de mi nacimiento. Mi tía Felisa me arrullaba con versos de San Juan de la Cruz, Santa Teresa, Fray Luis de León y Sor Juana. Me hacía gracia lo del coco en ‘Hombres necios’ donde la poeta dice:
“Parecer quiere el denuedo / de vuestro parecer loco / al niño que pone el coco / y luego le tiene miedo.”
Con una infancia mecida por la poesía mística, su lenguaje fue marcando una relación intensa con la palabra y su capacidad de abrir sentidos. Sin solemnidades, Carmen ha construido una obra que no pierde en intimidad y dialoga con las fracturas del mundo.
–¿Qué causas atraviesan su poesía?
–Siento aversión hacia todas las formas de opresión, de supremacía, de racismo. Tengo facilidad para escuchar los gritos que no se oyen y también para percatarme de las heridas que sangran invisiblemente.
«El arte es como una flor en un campo de batalla, pero también es la estrategia de la batalla. Es más, sin el arte ¿qué sería del ser humano?”
Poesía sin jerarquías
El Encuentro de Poetas Iberoamericanos que dirige Nozal en México es la expansión latinoamericana de una propuesta impulsada por el poeta peruano-español Alfredo Pérez Alencart (Puerto Maldonado, 1962), quien ha sostenido este proyecto desde hace 28 años en Salamanca.
Se le pregunta a Carmen Nozal qué le significa organizar el Tercer Encuentro en México y Cuba, al tiempo del papel que le merece en su vida poética humana. Ella responde:
“Es una gran oportunidad para servir a la poesía y no servirme de la poesía. Por eso también creé la revista Con Versando, que aloja una polifonía poética de Iberoamérica. Uno de los principios del Encuentro es la no jerarquización. No hay estrellas ni figuras principales, sino una constelación de voces igual de relevantes.
«Todos los poetas son igualmente importantes, los hay de Cuba, España, Puerto Rico, Chile, Argentina, El Salvador, Bolivia y México. Todo será presencial, excepto un evento virtual con Brasil, Cuba y Portugal.”
Se ofrecerán lecturas públicas, mesas de diálogo, visitas a comunidades y los homenajes a plumas mexicanas fallecidas, como el traductor de la Generación Beat y poeta José Vicente Anaya (Villa Coronado, Chihuahua, 22 de enero de 1947-1 de agosto de 2020), la poeta y editora Una Pérez Ruiz (D.F., 9 de septiembre de 1970-19 de septiembre de 2018), el poeta, crítico, ensayista, editor y gestor cultural Fernando Salazar Torres (1983-2024) y el especialista en el Nobel Octavio Paz, Ursus Sartoris (1971-2024).
Este evento inaugura el jueves 11 de septiembre en La Casa del Poeta Ramón López Velarde de CDMX y cierra el 14 del mismo mes en la sala Manuel M. Ponce de Bellas Artes. Pero el Tercer Encuentro de Poetas Latinoamericanos no termina allí, pues retoma geografía del 21 al 29 de septiembre en La Habana, Cuba, donde se rendirá homenaje al héroe nacional de la isla, el poeta José Martí, y a dramaturga Lina de Feria (Santiago de Cuba, 1945), haciendo entrega de la medalla Fray Luis de León al narrador, vate y periodista Waldo Leyva.
Asimismo, la celebración proseguirá en Remedios, Santa Clara, pueblito natal del cubano Leyva para, de regreso a México, presentar los ecos del Encuentro de Poetas Iberoamericanos en Hidalgo, Michoacán y Quintana Roo.
Compromiso poético
–¿Qué mensaje quiere dejar este Tercer Encuentro a sus asistentes?
–No hay un mensaje predeterminado. La intención es congregar voces diversas y darlas a conocer en varios estados del país, así como en Cuba. La apuesta es también pedagógica y social. La poesía visita escuelas municipales y centros de reinserción social, donde el poder de la palabra poética puede germinar en medio del encierro, del dolor o de la marginalidad.
En uno de los poemas más potentes de Nozal, “Las moscas”, la autora dibuja una escena brutal en la que los restos de la injusticia son vigilados por estos insectos pequeños, incómodos, persistentes. Las moscas sobrevuelan la verdad, murmurando los nombres de los ausentes, los desaparecidos, los asesinados. El poema se convierte en una letanía que no permite el olvido. Las moscas se erigen en guardianas del duelo colectivo:
Ahí están, los que nunca más volvieron,
calcinados, molidos, dispersados,
aguardando, aguardando…
–¿Cuál es el lugar de la poesía frente a la violencia, el olvido, la desigualdad?
–La poesía es el lugar sin lugar. Todo lo penetra. No sirve de nada y, al mismo tiempo, sin ella, ¿de qué sirve la vida?
Aunque escribe con compromiso, Nozal rechaza la solemnidad en la escritura. Se reconoce más cerca del sentimiento que de la emoción. Y su poesía convive con la vida cotidiana: a veces se esconde; otras, confronta; a menudo resucita.
–¿Qué emociones te impulsan más a escribir hoy: la rabia, la ternura, la nostalgia?
–Cada día me siento más lejos de la emoción y más cerca del sentimiento. ¿Qué tiene la poesía que nos permite comunicarnos más allá de las fronteras? Espíritu.
Así de simple, así de radical. En tiempos donde las distancias geográficas y culturales se profundizan, Carmen Nozal confía en la poesía como fuerza viva, como médium entre pueblos, como forma de sanar y recordar.
–¿Qué dice a quienes creen que la poesía ya no tiene espacio en el mundo?
–Que pueden resucitar.
Como aquellas moscas que zumban sobre los restos del horror, o como la flor que crece en medio del campo de batalla, la poesía sigue ahí. Incómoda, presente, necesaria.