El próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene una estrecha relación con el deporte del boxeo.
El martes anterior se realizaron las elecciones y Donald Trump se convertirá en el presidente número 47 del país de las “barras y las estrellas”.
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Será el segundo mandato para Trump, quien lejos de la cuestión política, es un ferviente seguidor del deporte de los puños.
Su vida como promotor
Donald Trump fue promotor, tiene estrecha relación con algunos de los boxeadores más conocidos en la historia.
En su paso como empresario y propietario del Trump Plaza, Donald Trump permitió que en dicho inmueble se realizaran diversas peleas con el legendario Mike Tyson como protagonista.
Con Mike Tyson como una sólida figura del boxeo, Trump hizo una alianza con Don King para promover peleas y llevarlas al escenario de Atlantic City, donde también peleó Julio César Chávez.
El próximo presidente de Estados Unidos era visitante frecuente en conferencias de prensa, en algunos pesajes y en todo lo que tuviera que ver con las funciones.
El perdón presidencial
Pero más allá de su vida como promotor y de estar ligado a grandes personajes del mundo del pugilismo, hace unos años hizo algo histórico.
Donald Trump otorgó el perdón a Jack Johnson, pugilista de color y quien en 1913 fue enjuiciado y sentenciado a un año de cárcel, acusado de conducir un auto en compañía de una mujer blanca, que era su esposa.
Ese acto de discriminación racial obligó a Jack Johnson a escapar de su país cinco años, pero a su regreso fue encarcelado y murió siendo considerado un criminal.
Por muchos años se buscó el perdón presidencial y que el nombre del legendario Jack Johnson quedara limpio, pero los intentos quedaban solo en eso.
Fue precisamente Donald Trump quien otorgó el indulto a Jack Johnson en un evento realizado en la Oficina Oval de la Casa Blanca, en el 2018.
Esa ocasión estuvieron presentes Sylvester Stallone, el legendario actor de la saga de Rocky Balboa, y el certificado del perdón lo recibió la nieta de Johnson, Linda Haywood.
Así, el próximo presidente de los Estados Unidos ha demostrado su pasión por un deporte como el boxeo.
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