El Barcelona lo volvió a hacer. Volvió a venir de atrás para llevarse un triunfo importantísimo ante el Real Madrid por 4-3 y así prácticamente asegurar el título de la Liga de la temporada 2024/2025.
Con tres partidos por disputar, y con una ventaja de 7 puntos sobre los madridistas, los culés necesitan una victoria en sus próximos encuentros para coronarse por vigesimoctava vez.
El partido fue dominado por el Barcelona pero el marcador no. Los merengues consiguieron ponerse en ventaja rápidamente y por 15 minutos se vieron a un punto del líder. Pero el talento, la irreverencia de la juventud del Barcelona y un Raphinha que sigue dando argumentos para ser el balón de oro, los blaugranas dieron vuelta al marcador y se quitaron el mal sabor de boca de la Champions a media semana al verse virtualmente campeones de España.

Por su parte, el equipo blanco terminará el año futbolístico sin ningún trofeo, con todos los clásicos perdidos y con muchas preguntas de cómo reestructurar al equipo. La llegada de Xabi Alonso al banquillo ilusiona muchísimo, pero en un equipo repleto de estrellas y de egos, el técnico español tendrá mucho trabajo por hacer para regresar al Madrid a donde merece, la cima.
El sueño merengue se hacía realidad
El partido comenzó sumamente caliente y controversial, pues al minuto de juego Mbappé recibió una falta en el área en una jugada que comenzó con el francés en fuera de juego, pero, por el intento de desvío de Pau Cubarsí, el árbitro consideró que la posición del galo fue correcta. El mismo Mbappé anotó desde los once pasos y encendió la esperanza de los aficionados madridistas.
El Madrid aprovechó que su rival quedó aturdido después de la primera anotación, pues al minuto 15, Vinicius puso un pase filtrado perfecto para que Mbappé quedara solo frente al arquero Wojciech Szczęsny que no tuvo nada que hacer ante la definición del ex-PSG, que duplicó su cuenta goleadora y la ventaja de su escuadra.
Barcelona cambió el switch de off a on
Con una ventaja tan temprana y los blaugranas con poca reacción, los merengues sentían una ilusión de recuperar la liga. Pero en un tiro de esquina al minuto 19, un doble cabezazo en el área, peinó Cubarsí y remató Eric García, le dio una chispa a los locales.
El Barcelona empujó al Madrid de a poco a su propia área, pero el equipo blanco mantenía la calma y la estructura defensiva. Pero poco se puede hacer ante la magia y la genialidad de Lamine Yamal, quien sacó un disparo magnífico desde la esquina derecha del área para vencer a Thibaut Courtois y volver a empatar la pizarra.
Ese gol deshizo al Real Madrid. Perdieron el orden defensivo, la estructura y tuvieron muchos errores. Y el Barcelona, viendo a su rival desorganizado, logró anotar otros dos goles, cortesía de Raphinha al 34’ y 43’, para dar vuelta al encuentro y aparentemente finiquitar la carrera por la Liga.
El Rey no se fue sin pelear
La segunda mitad fue, en su mayoría, para el Barça, pues tenía muchísima más posesión y control del trámite del encuentro.
Sin embargo, Mbappé de a poco fue llevando a su equipo hacia el frente, en ocasiones por sí solo, y este esfuerzo resultó en su hat-trick después de que Vini volviera a dejarlo solo frente al portero polaco para reducir la ventaja a uno.
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El final del encuentro fue digno de un manicomio. Esto porque ambos equipos tuvieron oportunidades manifiestas de gol que no supieron aprovechar. Para el Madrid, Mbappé tuvo chances de conseguir su poker de goles, pero la más clara estuvo en los pies del joven Víctor Muñóz, quien, al 88’, quedó frente a Szczęsny y mandó su disparo a las gradas, ahogando un grito de esperanza de la afición madrileña.
Por su parte, Raphinha tuvo oportunidades para conseguir su propio hat-trick, pero todas las mandó desviadas.
Fermín López anotó un quinto gol para los locales pero fue anulado debido a una mano previa al gol. Courtois también reaccionó ante remates de Yamal para mantener viva la llama del empate, pero no fue suficiente y el Barcelona se llevó el clásico en un partido digno de la rivalidad más grande del mundo.