En medio de emociones, rostros felices y miradas llenas de ilusión y esperanza, se vieron el jueves en la entrega de los primeros números, de los 30 mil que son, del XLII Maratón de la Ciudad de México.
Fue un ir y un formarse en las ventanillas colocadas en uno de los salones del World Trade Center de la Ciudad de México, lo suficientemente amplio para la recepción de los cientos y miles de corredores que fueron este jueves a recibir su número y la tan distintiva playera.
En el salón se dio un vaivén de personas de todas las edades, de todos los extractos sociales, de todos los niveles académicos y de historias tan diferentes y maravillosas que el deporte teje entre líneas.
Una de esas historias es la de Raymundo Rodríguez, quien tiene 77 años y ya se puso su playera del XLII Maratón CDMX, para correr el domingo, en lo que será su participación 14 o 15, siendo la primera vez en 2011.
Raymundo Rodríguez fue hace años un boxeador y para estar bien físicamente salía a correr y esa costumbre la desarrolló más “ahora de viejo”, compartió.
Asistió acompañado de su nieta y su nieto y siendo este jueves el Día del Abuelo, siente que esta participación en el XLII Maratón CDMX es una buena forma de festejar.
“Me toleran y a ellos también les toca ‘aventarse’ el maratón”, dijo porque sus nietos le van a dar seguimiento.
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Su estrategia es empezar lo más tranquilo que pueda y luego un ritmo progresivo y guardar energías para el final, porque lo más difícil es terminar.
Luego compartió su sentimiento al momento de cruzar la línea de meta, al decir que es “reivindicarse con la vida. Se vuelve uno a sentir vivo. La emoción es casi casi ver nacer a un nieto. En los primeros se me salieron las lágrimas y en este momento lo estoy sintiendo”.
Don Raymundo Rodríguez exhortó a las personas de su edad a darse la oportunidad de practicar un deporte para tener una calidad de vida y es la mejor manera de vivir y “hasta nos toleran mejor”.
