Por José Luis Simón
Ciudad de México, 16 jun. (AMEXI).- A los ocho años empezó a seguir los pasos de don Martín Sánchez y hoy, Mayra, ganó la carrera atlética Día del Padre, triunfo que da de regalo a su progenitor.
“Oye mi’ja, no corras, no hagas lo mismo que yo, porque esto es muy duro”, le sugirió su papá, pero ella, al verlo entrenar y participar en varias pruebas, sintió que lo traía en la sangre.
A los ocho años empezó hacer sus primeros trotes y a los once se metió de lleno a las competencias, a las carreras en la escuela y en las calles y en las rutas.
Estar en la línea de salidas, sentir los nervios y la adrenalina, llenarse de felicidad por el triunfo, la hizo sentir en su habitad, en el lugar y camino adecuados.
Participó una, dos tres y cuatro veces en la tradicional carrera atlética Día del Padre y sólo alcanzó un tercer lugar y un segundo puesto.
Corrió sola
Anoche se alojó en un lugar donde hubo mucho ruido, no descansó ni durmió bien, y temprano a levantarse para estar a las 06:00 horas en la línea de salida.
Comenzó y se dio cuenta que nadie tomó la delantera y, entonces, se dijo “ni modo, voy a correr sola”, y se fue, siguió el ritmo de los hombres, que van más rápido.
“Se siente feo correr sola y te tienes que mentalizar para agarra y mantener ritmo”, compartió tras cruzar la línea de la victoria.
Sin aspaviento expresó que “este triunfo es para mí papá y es doble porque es mi entrenador; a mi esposo Rubén Flores y a mi hermano Aldo. Ahora nos vamos a festejar”.
La atleta se alista para competir en el medio maratón de la Ciudad de México, agendado para el 14 de julio próximo, pero no va a participar en el XLI Maratón Ciudad de México.
“No, no, porque el maratón es muy pesado y requiere de mucha preparación. Solo he corrido cuatro maratones y triunfé hace tres años en el Maratón de León, donde marqué 2 horas y 40 minutos, mientras que en el medio mi mejor marca es de 1:11”, compartió.