Por José Luis Simón
Ciudad de México, 4 jul. (AMEXI).- Erick Josue Portillo Rodríguez está parado en la zona de arranque, azota las palmas de sus manos en sus piernas, para que estén más alertas y listas que de costumbre.
El seleccionado a los Juegos Olímpicos París 2024 lleva sus manos a lo alto, las choca y es el aviso de pedir el aplauso al público y que ya está listo para arrancar.
Los aplausos se escuchan con ligera pausa, a ritmo de su “lenta” zancada y luego acelera y las palmas también.
No corre de forma recta, sino hace una línea como si siguiera la de un círculo, acelera y al llegar a la varilla a superar se impulsa con toda su potencia, agarra altura, supera la ley de gravedad y vuela.
El salto
Primero pasa la cabeza, luego la espalda, levanta las caderas y finalmente las piernas, las cuales eleva con lo que llaman “el jalón” hacia arriba.
Supera la marca de 2.24 metros, cae sobre el grueso colchón que protege su cuerpo, se levanta, hace ademanes de triunfo, eleva los brazos al cielo y el público lo recompensa con el aplauso.
En medio de una sonrisa compartió a amexi.com.mx que “me imagino que soy un águila y que vuelo literalmente. No sé, uso todo mi impulso, todas mis fuerzas para volar, para estar en el aire, para flotar”.
Abundó que las más de las veces “se siente bien padre y, en otras, me siento un poco pesado. Pero sí, siento que vuelo”.
De Chihuahua
En París sólo ha estado de paso, de escala, así que va a ser su primera vez y se siente muy contento y feliz de participar en sus primeros Juegos Olímpicos.
Erick Josue Portillo Rodríguez nació en Cuauhtémoc, Chihuahua un 5 de octubre de 2000, mide un metro con 91 centímetros de estatura.
“Es algo por lo que he soñado toda mi vida y ahora se refleja toda la dedicación y esfuerzo que le he puesto”, concluyó.
