Los Tigres de Quintana Roo (28-44) anotaron tres veces en el primer tercio del juego y después se las ingeniaron para limitar a la ofensiva de los Diablos Rojos del México (48-21) para terminar con una pizarra de 3-2, con lo que evitaron ser barridos en la serie realizada en el Estadio Beto Ávila.
Los Tigres timbraron dos veces en el primer rollo y una ocasión más en la tercera para tomar una ventaja de 3-0, misma que resultó definitiva luego de que su abridor Julio Robaina lanzara seis entradas y un tercio de solo una carrera admitida, con seis hits permitidos, un pasaporte regalado y siete ponches, para apuntarse el crédito.
Con la pizarra 3-1 en la novena entrada, los Rojos intentaron concretar una ofensiva para al menos empatar el juego, cuando Arístides Aquino dio hit y Moisés Gutiérrez lo mandó al plato con doblete, colocando el marcador 3-2 con dos outs.

Aun así, Clayton Andrews logró dominar a Ramón Flores para terminar la amenaza y el juego.
El abridor Tyler Beede se presentó con los Diablos lanzando cuatro rollos y un tercio de cinco hits, tres anotaciones, tres pasaportes y un ponche, siendo el pitcher derrotado.
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A la ofensiva, Arístides Aquino pegó su homerun 13 del año (en el cuarto rollo), terminando con una producida y dos anotadas.
Ahora, los Diablos Rojos regresarán a casa para una estancia de media semana en el Estadio Alfredo Harp Helú frente a los Guerreros de Oaxaca, con quienes jugarán martes, miércoles y jueves a partir de las 19 horas.