El alemán Thomas Bach, quien enfrentó la crisis del Covid y logró la realización de los Juegos Olímpicos Tokio 2020, que fueron en el 2021, y llevó a una fiesta universal los de París 2024, dejará la presidencia del Comité Olímpico Internacional (COI) el 23 de junio próximo.
La Junta Ejecutiva del COI aceptó hoy su renuncia, después de su elección el 10 de septiembre de 2013 durante la 125 sesión plenaria del Comité Olímpico Internacional realizada en Buenos Aires, Argentina y posteriores reelecciones.
El 30 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia de salud pública internacional y desde entonces Thomas Bach empezó los arduos trabajos de organización de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, siendo agendada su inauguración el 24 de julio.
Ante la pandemia mundial y miles de fallecidos, el primer ministro japonés Shinzo Abe anunció el 24 de marzo de 2020 la decisión de aplazar los Juegos Olímpicos un año y eso fue con el consentimiento de Thomas Bach.
Los Juegos Olímpicos Tokio 2020 fueron realizados entre el 24 de julio y 8 de agosto de 2021 en medio de las más estrictas medidas de salud, con deportistas que salieron de la Villa Olímpica u hoteles, fueron al escenario, compitieron y regresaron a su alojamiento.
De escenarios vacíos a la fiesta universal

Los escenarios lucieron vacíos, porque se impidió que familiares, amigos y aficionados fueran a los recintos de las competencias.
“Hubo dudas todos los días. Hubo noches en vela. Lo más fácil era la cancelación de los Juegos, pero los anfitriones jamás plantearon la cancelación”, expresó Thomas Bach durante la 138 sesión plenaria del COI, en la previa de la inauguración de Tokio 2020.
Salvada la crisis externa, Thomas Bach continuó con los preparativos de los Juegos Olímpicos París 2024, los cuales convirtieron al olimpismo en una fiesta universal.
Los anfitriones parisinos y toda Francia contribuyeron a catapultar el reencuentro de los atletas con sus familiares, amigos y público en los escenarios y empezaron con la espectacular ceremonia de inauguración, el 26 de julio sobre el Río Sena, los días maravillosos de competencias y la nostálgica ceremonia de clausura, el 11 de agosto.
Crisis con Rusia por dopaje
Una de las crisis que vivió Thomas Bach y el COI fue la decisión de excluir al Comité Olímpico de Rusia y prohibir su participación en los Juegos Olímpicos de Invierno, a partir de PyeongChang 2018 y los de verano de Tokio 2020.
Esto por el uso de sustancias dopantes en sus deportistas de forma general y por la manipulación sistemática de los controles de dopaje para favorecer a sus representantes en los Juegos Olímpicos de Invierno Sochi 2014.
De esta forma no participa ninguna representación rusa en los eventos que organiza el Comité Olímpico Internacional (COI) y sí lo hacen aquellos deportistas rusos que cumplan con las reglas que van contra el uso de sustancias dopantes y lo hace como equipo neutral y con la bandera e himno del COI.
El boxeo es una crisis abierta
Durante su gestión, Tomas Bach enfrentó y sancionó a la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA), por el amaño de resultados en los Juegos Olímpicos Río 2016.
Un informe del investigador canadiense Richard McLaren detalló que los amaños de resultados fueron liderados por Karim Bouzidi, exdirector ejecutivo de AIBA y, pese haber sido despedido, continuaron los arreglos de los combates.
Además, fueron manipulados resultados en el Campeonato Mundial 2017.
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Ante esta situación, Thomas Bach y el COI desconocieron a AIBA y la dejaron fuera de la organización del torneo de boxeo de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 y París 2024.
Desde diciembre de 2020, el ruso Umar Kremlev es el presidente de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA, siglas en inglés), quien ha desafiado al COI.
En la sesión plenaria de marzo próximo, Thomas Bach y el COI decidirán si el boxeo estará en el calendario de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.