El crédito bancario en México comenzará a perder impulso en 2026, sobre todo en los segmentos de créditos hipotecarios y de consumo, anticipó BBVA México, al presentar su informe Situación Banca.
La institución prevé que la desaceleración económica y la menor creación de empleo afecten directamente el ritmo de crecimiento del financiamiento.
La economista principal de BBVA México, Mariana Torán, explicó que las carteras de los créditos hipotecarios y de consumo suelen reaccionar con retraso ante los cambios en la economía.
“En la parte de crédito sí esperamos una desaceleración adicional. El crédito al consumo y a la vivienda son carteras que reaccionan rezagadamente a la actividad económica”, afirmó.
Torán detalló que la disminución en el empleo formal y en los salarios reales se reflejará en el crédito durante el próximo año.
“Esta desaceleración que vimos este año aún falta por reflejarse en el desempeño de las carteras de consumo y vivienda. Sí esperamos que al menos la mitad del año siguiente todavía se vea una desaceleración en esos financiamientos”, añadió.
De acuerdo con cifras del Banco de México (Banxico), el saldo de los créditos de consumo alcanzó 1.57 billones de pesos en septiembre, mientras que el portafolio hipotecario sumó 1.46 billones de pesos, ambos niveles récord.
En conferencia de prensa, la economista señaló que el crédito a empresas mantiene estabilidad gracias al dinamismo del sector exportador.
“Si estas exportaciones y la demanda externa no siguen sosteniendo la economía, dependemos de la reactivación de la demanda interna para poder impulsar el crédito a empresas, que le falta un cachito para recuperarse”, comentó Torán.
Neobancos impulsan competencia e innovación
El economista en jefe para México de BBVA Research, Carlos Serrano, destacó que los bancos digitales «Sí les hacen cosquillas» a los bancos tradicionales porque transformaron la competencia en el sistema financiero mexicano y los obligan a innovar más rápido.
“Es muy bienvenido para el sistema que haya competencia, que vengan los neobancos, porque más competencia implica más opciones para los consumidores y eso siempre es mejor”, señaló.
Serrano reconoció que la llegada de nuevos jugadores digitales aceleró la adopción tecnológica dentro de la banca tradicional.
“Estos bancos que tienen innovaciones tecnológicas nos fuerzan a nosotros a adoptar mejores soluciones, y eso, al final, es bueno para el consumidor”, puntualizó.







