En tan sólo siete años, la deuda del sector público prácticamente se duplicó, alertó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
La presidenta del organismo, Gabriela Gutiérrez Mora, refirió que, de acuerdo con los reportes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en diciembre de 2018 el saldo se ubicaba en 560 mil millones de dólares, mientras que en septiembre de 2025 alcanzó un billón 067 mil millones de dólares.
Este incremento implica que, si se repartiera entre toda la población, cada mexicano tendría que aportar ocho mil 022 dólares para liquidar la deuda, cifra que representa un aumento de 79% respecto a los cuatro mil 480 dólares que correspondían en 2018.
Riesgos de sostenibilidad
Gutiérrez Mora advirtió que el problema no sólo radica en el crecimiento acelerado de la deuda, sino en el bajo ritmo de expansión del Producto Interno Bruto (PIB).
“El numerador crece más rápido que el denominador”, explicó, señalando que empresas estatales como Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE) dependen del gobierno para cubrir sus obligaciones, lo que incrementa la presión sobre las finanzas públicas.
Mencionó que la SHCP estima que el cociente deuda bruta/PIB llegará a 57% al cierre de 2025, un nivel comparable al que tuvieron Sudáfrica y Brasil antes de perder su grado de inversión.
La pérdida de esa calificación podría provocar una fuerte depreciación del peso, como ocurrió con el real brasileño y el rand sudafricano, alertó la presidenta del IMEF.
Alertas internacionales
Apuntó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha señalado riesgos.
Así, en su Consulta del Artículo IV, el organismo internacional proyecta que la deuda mexicana podría alcanzar 62% del PIB en 2030 si no se aplican ajustes fiscales más profundos.
Además, recomienda reducir el déficit amplio a 2.5% del PIB para estabilizar el apalancamiento.
Asimismo, en su informe Perspectiva del Hemisferio Occidental, el FMI subraya que la baja productividad empresarial en México limita el crecimiento económico y, por ende, la capacidad de sostener la deuda.
Propone medidas como profundizar los mercados financieros, eliminar privilegios regulatorios y fomentar que las pequeñas empresas crezcan en lugar de mantener incentivos que las perpetúan en su tamaño actual.







