México recibió un voto de confianza por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), que revisó al alza sus proyecciones de crecimiento económico para el país.
En el reporte de la misión del FMI encabezada por Gustavo Adler, que visitó Ciudad de México en agosto y sostuvo reuniones virtuales en septiembre, el crecimiento proyectado para 2025 pasó de un modesto 0.2% en julio pasado a un más alentador 1.0 por ciento.
Para 2026, también ajustó ligeramente el pronóstico de 1.4% a 1.5 por ciento.
“La actividad económica sigue siendo débil y se prevé que la economía crezca un 1,0 por ciento este año, acelerándose un poco en 2026”, señaló la misión en su declaración final del documento conocido como Artículo IV de 2025.
Un entorno desafiante, pero con fortalezas propias
El FMI reconoció que México enfrenta vientos en contra: una política monetaria aún restrictiva, tensiones comerciales con Estados Unidos y un proceso de consolidación fiscal que limita el gasto público, han pesado sobre el consumo y la inversión.
Sin embargo, destacó que las exportaciones han mostrado resistencia y que el país cuenta con marcos de política económica sólidos que le han permitido navegar por el entorno económico incierto.
“Se espera que el crecimiento se acelere ligeramente en 2026, aunque el efecto de los aranceles y la incertidumbre comercial seguirán sintiéndose en el tintero”, agregó el organismo financiero internacional.
¿Qué necesita México para sostener el impulso?
El FMI consideró que el éxito económico a largo plazo de México dependerá de atender los déficits de infraestructura, fortalecer el Estado de derecho y profundizar la integración los socios comerciales globales.
“Se necesita una mayor reducción del déficit y medidas de política para apoyar ese ajuste en el futuro para evitar nuevas derivas al alza de la deuda pública y crear espacio fiscal para responder a posibles shocks”, estimó.
También recomendó continuar con el relajamiento de la política monetaria a través de la disminución en las tasas de interés, siempre que la inflación siga su trayectoria descendente hacia la meta del 3 por ciento.
El FMI destacó que los riesgos para la estabilidad financiera parecen bajos y los planes para fomentar la competencia y la profundización financiera son bienvenidos.