La economía mexicana enfrenta un cierre de año con una fuerte desaceleración marcada, proyectando que el Producto Interno Bruto (PIB) finalizará 2025 en un crecimiento de apenas 0.4 por ciento, cifra significativamente menor al 1.3 por ciento registrado en 2024, pero repuntará hacia el próximo año, anticipó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El secretario ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar, explicó que la desaceleración de la economía mexicana se debe fundamentalmente a la disminución en el consumo y la inversión.
Explicó que, además, existe incertidumbre por la imposición de aranceles a algunos productos mexicanos por parte del Gobierno de los Estados Unidos que tiene un impacto negativo en los anuncios y la materialización de inversiones.
“Continúa la incertidumbre en torno a las condiciones de acceso al mercado norteamericano, pero es algo que puede mejorar con la negociación dependiendo de la negociación del T-MEC el año entrante”, dijo durante la presentación del Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2025.
Previsiones para 2026: La Necesidad de Impulsar la Demanda
Para el próximo año, el escenario económico continuará dependiendo de la dinámica externa y de la capacidad del país para impulsar la inversión y la demanda interna. La incertidumbre sobre el acceso al mercado norteamericano podría mejorar dependiendo de la negociación del T-MEC.
Para 2026, la CEPAL estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de México aumentará un 1.3 por ciento en términos reales, debido principalmente a una mejora en el entorno económico internacional, un aumento de las inversiones y un mayor dinamismo comercial.
La inflación interanual se situaría alrededor del 3.5 por ciento al cierre de 2026, como resultado de un incremento moderado de los precios de los alimentos y la energía. La tasa de desempleo promedio se situaría cerca del 2.8 por ciento.
La CEPAL consideró que la clave para generar un mejor desempeño en 2026 radica en la generación de «políticas que ayuden a dar certidumbre» a las inversiones y políticas activas, como aquellas enmarcadas en el Plan México, que buscan dar un «impulso a la demanda interna el próximo año».
Esto es crucial para un país cuyo crecimiento anual promedio ha sido históricamente bajo, ligeramente superior al 2.0 por ciento en los últimos 20 años.
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Aranceles: Un Arma de Doble Filo para la Producción Nacional
En cuanto a la política de aplicar aranceles a países sin tratados comerciales, el secretario ejecutivo de la CEPAL comentó que si bien estas medidas «tienden a elevar los precios de las importaciones» (especialmente si no existen sustitutos inmediatos y competitivos), también abren importantes oportunidades para la producción nacional, dijo por su parte Noel Pérez, de la División de Desarrollo Económico de la CEPAL.
Resaltó que dentro de esta política se procuró dejar fuera insumos claves para las exportaciones, “y yo creo que aquí habría un par de oportunidades para tomar en cuenta”.
En primer lugar, consideró, es una oportunidad es buscar incentivar la producción local y la integración de proveedores nacionales a las cadenas globales de valor, y el segundo es que esta medida podría generar mayores espacios para que las empresas mexicanas continúen incrementando su productividad.
Asimismo, para buscar maneras de fomentar la inversión en la producción local para generar mayor empleo en sectores industriales.






