Las remesas a México podrían caer 5.8% en 2025, cerrando en 61 mil millones de dólares frente a los 64.7 mil millones de dólares recibidos el año pasado, ya que el menor ingreso de nuevos migrantes al mercado laboral de Estados Unidos afecta el envío, de acuerdo con BBVA Research, la Fundación BBVA y el Consejo Nacional de Población (Conapo).
En su “Anuario de Migración y Remesas 2025”, expusieron que esta contracción se suma a una tendencia descendente que comenzó en noviembre de 2023 y se ha mantenido por 20 meses consecutivos.
Tan sólo en junio de 2025, las remesas registraron una caída interanual de 16.2%, el desplome más pronunciado desde 2012.
Factores detrás de la caída de remesas
De acuerdo con BBVA y Conapo, estos son los factores que explicarían la caída de 5.8% esperada para las remesas en 2025:
- Menor inserción laboral de migrantes mexicanos en Estados Unidos: El estancamiento en la migración neta ha reducido el número de nuevos trabajadores capaces de enviar dinero a México.
- Política migratoria restrictiva en Estados Unidos: Aunque las deportaciones masivas no se han materializado, el temor generado por las medidas del presidente Donald Trump ha desincentivado la migración laboral.
- Apreciación del peso frente al dólar: El fortalecimiento del peso reduce el incentivo para enviar remesas, ya que cada dólar rinde menos en México.
- Impuesto del 1% a remesas en efectivo: Aunque su impacto se considera marginal, ha generado incertidumbre entre los migrantes.
Impacto económico: desigualdad regional
A nivel macroeconómico, consideraron que la caída de las remesas no representa un desequilibrio grave.
Sin embargo, para millones de familias mexicanas, especialmente en estados receptores como Chiapas, Guerrero, Michoacán, Zacatecas y Oaxaca, las remesas constituyen hasta el 30.5% de sus ingresos.
El Anuario de Migración y Remesas en su edición 2025 también destaca que, a nivel nacional, las remesas representaron 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024.
En el caso de Chiapas, estas significaron 14.6% del PIB estatal en 2024, siendo el porcentaje más alto entre las 32 entidades federativas. Los siguientes lugares los ocupan Guerrero (14.0%), Michoacán (11.2%), Zacatecas (10.9%) y Oaxaca (10.3%).