Más de 50 millones de pesos en pérdidas económicas, daños a infraestructura comercial por hasta cinco millones y el empleo de más de 200 trabajadores en riesgo es el saldo que dejó la jornada de violencia registrada durante la marcha del 2 de octubre en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Comerciantes y empresarios del corazón capitalino alzaron la voz para condenar enérgicamente los actos vandálicos perpetrados por integrantes del autodenominado «bloque negro», durante las marchas y concentración por el 57 aniversario del movimiento estudiantil de 1968.
Los disturbios se concentraron en puntos neurálgicos como avenida Eje Central Lázaro Cárdenas y el Zócalo capitalino, donde decenas de negocios fueron atacados, saqueados y obligados a cerrar desde temprana hora para evitar mayores daños.
Los establecimientos afectados representan el sustento de cientos de familias mexicanas, que hoy enfrentan incertidumbre laboral y económica.
Gerardo Cleto López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño (ConComercioPequeño SC), denunció que los hechos no fueron espontáneos, sino resultado de una organización premeditada para delinquir.
«Las pérdidas económicas de ventas no realizadas, porque los negocios tuvieron que cerrar entre una y dos de la tarde sus establecimientos para no haber sido agredidos, se supera a los 300 millones de pesos. Las pérdidas económicas valoradas por joyeros de bote pronto (23:20) pueden superar a los 15 millones de pesos (sólo de mercancía»).
Consideró que si estos ataques ocurren a plena luz del día, superando los dispositivos de seguridad, enfrentando a la policía con petardos, cohetones y bombas molotov, es porque hubo una convocatoria deliberada para cometer actos criminales.
“La autoridad debe valorar si alguno de estos actos pudiera ser equiparado al terrorismo o crimen organizado”, advirtió el dirigente del comercio en pequeño del primer cuadro de la Ciudad de México en rueda de prensa.
Insuficientes las medidas preventivas por marchas del 2 de octubre
Aunque se instalaron vallas metálicas y se activaron protocolos preventivos, López Becerra señaló que las medidas fueron insuficientes.
“De alguna manera, los activistas del “bloque negro” le han tomado la medida a la estrategia de ‘no vamos a responder a la provocación’ para delinquir, agredir a los cuerpo de seguridad, causar daños a comercios y fomentar el saqueo. Nos parece sintomático que de todo el bloque de más de 300 activistas que participaron en los actos violentos y de saqueo, sólo haya un detenido. Ya quedó claro que la política de abrazar a los criminales no es la opción en materia de seguridad”, sentenció.
Informó que, además de los cierres forzados, los comerciantes reportan daños en cortinas metálicas, aparadores, equipo de trabajo y mercancía, con afectaciones que podrían superar los cinco millones de pesos.
El impacto directo sobre el empleo de más de 200 trabajadores agrava aún más la situación, estimó el presidente de ConComercioPequeño,
El peor mensaje de deja esta jornada de protestas realizadas en el corazón de la Ciudad de México es que los grupos vandálicos pueden destruir, agredir y delinquir, dañando con impunidad el patrimonio de familias y trabajadores que han cimbrado en sus negocios una forma honesta de vivir, sostuvo.