Ciudad de México, 9 oct. (AMEXI).- Para enfrentar el cambio climático en materia alimentaria y aunque hoy en día México es uno de los principales productores de proteína animal (carne) en este sexenio será necesario incrementar su producción en 17%.
De acuerdo con los especialistas, para lograr ese reto y satisfacer la demanda nacional de carne de res, cerdo, pollo, leche y huevo, cada año se tendrán que producir 2.8% más de estos alimentos.
En 25 años se tendrá que satisfacer la demanda de 150 millones de mexicanos
De acuerdo con el censo más reciente en México hay poco más de 126 millones de habitantes, y se estima que en los próximos 25 años habrá que satisfacer la demanda de alimentos para 150 millones de habitantes.
Lo anterior representa que se tiene que aumentar en 70% la crianza industrial de pollo, cerdo y bovinos, según el Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal (CONAFAB), con base en cifras de Naciones Unidas, lo que implica producir más maíz amarillo, sorgo, trigo y avena.
Indican que el cambio climático impondrá mayores desafíos ante la falta de agua, degradación de los suelos y climas extremos, los cuales recaen en el sector privado y gubernamental.
Eso aplica también para todo el mundo, ya que para 2050 se tendrá que alimentar a 10 mil millones de personas. https://www.conafab.org/
En 2024 se consumieron en México más de 17 millones de toneladas de proteína animal
De acuerdo con el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), hasta julio de 2024 en México se consumieron 17 millones 300 mil toneladas de proteína animal como carne de cerdo, res, pollo, además de leche y huevo, lo que mostró un incremento de 0.5% respecto a lo registrado en el mismo periodo del año anterior.
Para el cierre de este año la producción de proteína animal en México se espera incremente más de 2%, es decir, a 25 millones 200 mil toneladas.
México es uno de los principales productores de proteína animal a nivel mundial, y en la primera mitad de 2023 generó 11.8 millones de toneladas.
¿Cómo se distribuyen la producción de proteína animal en México?
La distribución de la producción de proteína animal en México es de la siguiente manera:
2.8 millones de toneladas de huevos; 3.2 millones de toneladas de carne de ave; 1.9 millones de toneladas de bovino; 1.4 millones de toneladas de porcino. https://gcma.com.mx/
Hasta agosto de 2024, la producción de carne en México había crecido 2.4% hasta alcanzar las 8 millones de toneladas; la de res 2.1% y la de ave también 2.4%.
Consumo de carne crecerá en 3.2% por ciento a nivel nacional
De acuerdo con el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne)
el consumo de carne se estima que crecerá un 3.2% a nivel nacional. Cabe señalar que los principales estados productores de carne de res son Veracruz, Jalisco y San Luis Potosí. https://comecarne.org/compendio-estadistico-2024/

¿Qué proteína animal se consume más en el mundo?
Statista, firma especializada en estadísticas revela que en el mundo la principal fuente de proteína animal consumida en 2023 fue el pescado con 165 millones de toneladas métricas.
Le siguieron la carne de aves, con 140 millones de toneladas, y la carne de cerdo. En cuanto a la producción de carne, en 2021, la carne de pollo fue la más producida, con un 34% del total.
En 2023, Brasil fue el segundo mayor productor de carne de vacuno del mundo, con más de 10 millones 500 mil toneladas métricas. Estados Unidos es el primer productor.
Respecto de la carne de cerdo, China es el principal productor mundial, con 49.8% del total con 57.9 millones de toneladas y en 2024 se prevé reducción en su producción debido a los precios bajos, según FIRA del Banco de México.
Recomiendan reciclar para reducir la huella de carbono y desperdicios
Para coadyuvar al objetivo de producción, CONAFAB recomienda reciclar; en 2024 el sector recicla 28 millones de toneladas de alimentos en promedio, y con ello se reduce la huella de carbono y desperdicios.
Otras acciones que se realzan para contrarrestar efectos del cambio climático destacan: producir biocombustible elaborado con grasas recicladas de origen animal, sustituir materias primas; mejorar la conversión alimenticia; auto generación de electricidad basada en fuentes renovables.