En lo alto del Centro Histórico capitalino, la Torre Latinoamericana alberga actualmente tres exposiciones que conectan generaciones, relatos nacionales y universos cinematográficos.
Desde el piso 36 hasta el mirador, este emblemático rascacielos, la Torre Latinoamericana, ofrece algo más que vistas panorámicas:
Se ha convertido en una plataforma donde la historia, la cultura popular y la fantasía se encuentran cara a cara con miles de visitantes cada semana.
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México a través de dos siglos
La primera de estas propuestas es la exposición “México: 200 años de Independencia”, una muestra que recorre los episodios clave del país desde la consumación de la independencia en 1821 hasta el presente.
A través de documentos históricos, objetos de época, mapas, retratos y contenidos audiovisuales, se plantea una narrativa accesible y reflexiva sobre los desafíos, conquistas y transformaciones del Estado mexicano en los últimos dos siglos.
El recorrido incluye una mirada al nacimiento de:
- Las instituciones
- Intervenciones extranjeras,
- Revoluciones internas
- Cambios políticos y sociales que han definido la vida nacional
En palabras de los organizadores, la intención es rescatar la memoria colectiva y acercarla al gran público de forma didáctica pero rigurosa.
Barbie: seis décadas de reinvención
En una sala contigua, el ambiente cambia de tono y color: la exposición “Barbie, el universo de una muñeca icónica” se despliega con más de 300 piezas originales, que permiten rastrear la evolución de uno de los juguetes más influyentes del siglo XX.
Desde su debut en 1959, Barbie ha sido modelo, astronauta, científica, presidenta y futbolista, reflejando —y en muchos casos anticipando— cambios culturales profundos.
La muestra no solo presenta ediciones clásicas y colaboraciones de alta costura, sino también figuras que celebran la diversidad racial, corporal y profesional, con un enfoque en el empoderamiento femenino.
Para los más pequeños, hay zonas interactivas y sets de fotografía; para los adultos, un repaso cargado de nostalgia y reflexión.
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La galaxia llega al Centro Histórico
La tercera exposición transporta al visitante a otra dimensión. Bajo el título “Star Wars Experience”, esta sala exhibe réplicas de trajes originales, sables de luz, dioramas, maquetas y figuras de colección que hacen las delicias de los fanáticos de la saga creada por George Lucas.
Además de recorrer cronológicamente los episodios más importantes del universo cinematográfico, la exposición incluye:
- Elementos interactivos
- Zonas de realidad aumentada
- Y contenido exclusivo de coleccionistas mexicanos
La experiencia busca sumergir al público en el conflicto entre la Alianza Rebelde y el Imperio Galáctico, en un montaje que equilibra espectáculo, homenaje y curaduría visual.
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Un mirador con alma cultural
Estas tres exposiciones están incluidas en la ruta de acceso al mirador de la Torre Latinoamericana, ubicado en el piso 44, lo que convierte la visita en una experiencia completa: cultura, entretenimiento y una de las mejores vistas panorámicas del país.
Desde ahí, los visitantes pueden contemplar la inmensidad de la Ciudad de México, con vistas privilegiadas como:
- El Zócalo
- Palacio de Bellas Artes
- Avenida Reforma
- Y, en días despejados, hasta los volcanes que rodean el valle
Con una propuesta integral que mezcla historia, identidad nacional, arte popular y cultura geek, la Torre Latino se reafirma como un espacio vivo, capaz de adaptarse a los intereses de públicos diversos sin perder su vocación como símbolo de la capital.
¿Cómo entrar a esta experiencia?
Los accesos están disponibles en taquilla o por compra anticipada en línea, con tarifas especiales para estudiantes, maestros y personas mayores.
BOLETOS | Mirador Torre Latino | Experiencia
Las exposiciones estarán disponibles durante el resto del año y forman parte del esfuerzo por revitalizar los espacios históricos del Centro, integrándolos al circuito cultural y turístico contemporáneo.
En pleno siglo XXI, la Torre Latinoamericana no solo mira desde las alturas: escucha, conversa y se reinventa.







