Cuidar: el trabajo invisible de cuidados
En México, una de cada tres personas realiza trabajo invisible de cuidados. Sostienen vidas y, al mismo tiempo, cargan con el peso de un sistema que aún no las reconoce. Según la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) 2022, elaborada por el INEGI, 31.7 millones de personas cuidadoras mayores de 15 años acompañan a quienes viven con enfermedades crónicas, discapacidades o Alzheimer. Lo hacen, la mayoría de las veces, sin salario, sin descanso y sin respaldo institucional.
| Mujeres que sostienen la vida desde el trabajo invisible de cuidados
Entre 75% y 87% de las personas cuidadoras son mujeres. Ellas dedican 38.9 horas semanales al cuidado, frente a 30.6 horas en el caso de los hombres.
“Su labor sostiene la vida, pero permanece invisible”, advierte la empresa Biogen, especializada en enfermedades neurodegenerativas.
El ingreso promedio para quienes cuidan apenas alcanza 4,000 a 5,000 pesos mensuales. Solo los cuidados con formación profesional o médica superan los 30,000 a 50,000 pesos, una excepción reservada a una minoría con preparación especializada.
El trabajo invisible de cuidados abarca desde la infancia hasta la vejez, pero rara vez se reconoce como trabajo. En muchos casos, se realiza dentro del hogar, sin contrato, sin prestaciones y sin reconocimiento legal.
| Cuidar también enferma: impactos
El compromiso de las personas cuidadoras va más allá del esfuerzo físico. Implica un desgaste emocional, social y económico profundo.
- 32% presenta agotamiento severo
- 19% muestra sobrecarga moderada
- En casos graves, se desarrolla el síndrome de sobrecarga del cuidador, con insomnio, ansiedad, fatiga y pérdida de vínculos sociales
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asocia este desgaste al síndrome de Burnout, derivado del estrés laboral crónico. La Escala de Zarit permite identificarlo y prevenir consecuencias más graves, como depresión o incluso abuso involuntario hacia la persona cuidada.
| Informalidad, desigualdad y abandono en el trabajo invisible de cuidados
El 97% de las personas cuidadoras remuneradas trabaja en la informalidad, sin vacaciones, seguridad social ni estabilidad laboral.
- Ingreso promedio: 5,000 pesos mensuales por 36.9 horas semanales
- 28.8% de las mujeres cuidadoras no puede trabajar fuera de casa
- 23% ha renunciado a su empleo
- Las familias pierden en promedio 25% de sus ingresos por la carga del cuidado
La brecha de género se amplía: solo 56.3% de las mujeres cuidadoras recibe pago, frente al 93.9% de los hombres.
Detrás de cada cifra hay un dilema ético: ¿quién cuida a quienes cuidan?
El envejecimiento poblacional agrava el problema. Con 45% de la población requiriendo cuidados regulares, el sistema público depende de ellas. Sin su trabajo invisible de cuidados, el colapso sanitario sería inminente.
| Políticas públicas: avances y estancamientos
El Gobierno federal ha reconocido el cuidado como un derecho humano, pero su aplicación avanza con lentitud. En 2025, el Programa Especial para la Productividad y Competitividad incorporó el Sistema Nacional y Progresivo de Cuidados, basado en cinco principios: reconocer, reducir, redistribuir, remunerar y representar.
La Ciudad de México lidera con su Sistema Público de Cuidados, que destina hasta 12 mil millones de pesos anuales y ofrece apoyos bimestrales de 2,000 pesos a más de 45 mil personas cuidadoras.
Aun así, 85% carece de capacitación formal, y la reforma constitucional de 2020, que elevaría el derecho al cuidado a rango nacional, sigue estancada en el Senado.
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| El trabajo invisible de cuidados como columna vertebral de México
Cuidar es un acto de amor, pero también un acto político. Cada día, más de 30 millones de historias silenciosas sostienen el país desde cocinas, camas, hospitales y patios escolares.
Son la columna vertebral de la nación, un ejército invisible que mantiene viva la salud, la educación y la dignidad colectiva.
Sin ellas, México se detendría. Pero sin políticas que las protejan, el país se agota junto con ellas.







