En México, el Día de Muertos se vive con flores, velas, papel picado… y también con música. Cada 1 y 2 de noviembre, el país se llena de sonidos que acarician la memoria; en los panteones, los mariachis interpretan “Amor eterno” entre flores de cempasúchil, mientras en los pueblos, los sones y huapangos resuenan como diálogo entre vivos y muertos.
En estas fechas no solo se celebra con altares y velas, también con música que reconforta, recuerda y celebra. En cada nota de los cantos indígenas y los mariachis en los panteones hasta las sinfonías contemporáneas, artistas y agrupaciones late la emoción de un reencuentro simbólico con quienes se nos adelantaron en el camino.
Las melodías, alegres o melancólicas, reflejan la manera única en que México celebra la vida a través del sonido.
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Raíces musicales en la tradición
En muchas comunidades indígenas, la música también es una ofrenda. En Michoacán, los pirekuas purépechas resuenan frente a los altares, mientras que en Oaxaca las bandas comunitarias interpretan marchas fúnebres que se transforman en alegres procesiones nocturnas.
Mientras que en la región huasteca, grupos como Los Camperos de Valles o Los Cantores de Xichú tocan sones de difunto, es decir melodías que, más que llorar la muerte, celebran la vida del ser querido.
De lo popular a lo académico
El Día de Muertos también inspiró al ámbito sinfónico y a la música popular moderna.
- La Orquesta Sinfónica Nacional ha interpretado obras como “La Muerte Chiquita” de Gabriela Ortiz y arreglos de “La Llorona”, pieza tradicional oaxaqueña reinterpretada por artistas como Chavela Vargas, Lila Downs y Natalia Lafourcade.
- En el jazz, agrupaciones como el Ensamble Real de Catorce y el Trío Balcázar han incorporado temas alusivos al Día de Muertos en sus repertorios, fusionando elementos tradicionales con sonidos urbanos.
- Incluso bandas contemporáneas, como Flor Amargo o Los Cojolites, rinden homenaje a esta festividad con composiciones propias inspiradas en la conexión entre la música, la muerte y la memoria.
Sonidos que cruzan generaciones
Los mariachis también son protagonistas en esta fecha. En muchos cementerios del país se escuchan temas como “Amor eterno” de Juan Gabriel, Cruz de olvido o “Te he prometido”, que evocan nostalgia y cariño.
Esas canciones, interpretadas por agrupaciones como el Mariachi Vargas de Tecalitlán o el Mariachi Gama 1000, se han convertido en himnos del recuerdo y acompañan los momentos más íntimos de las familias mexicanas.
Un legado que sigue vivo
La música del Día de Muertos refleja la forma en que México entiende la muerte no como un final, sino como una continuidad.
Desde los sones rurales hasta las sinfonías contemporáneas, cada nota es una manera de mantener viva la memoria de quienes partieron y como dice el dicho popular: “mientras se les cante, no estarán muertos.”







