Ciudad de México, 10 Oct (AMEXI).- La película «A cielo abierto», dirigida por los hijos de Guillermo Arriaga, se filmó en locaciones de Coahuila y fuera del Estado de México, escenarios ideales para recrear un thriller cargado de emociones.
A lo largo de la historia, los protagonistas experimentan un viaje por carretera que toca temas como el duelo, el sufrimiento del primer amor, el descubrimiento del sexo y la vida en México durante los años 90. Cada personaje enfrenta una pérdida y emprende una búsqueda interna, lo que añade profundidad a la trama y conecta con el público a nivel emocional.

«A cielo abierto» es la conexión entre el desierto y las emociones
La película fue filmada en un rancho al que la familia Arriaga asiste con frecuencia, un lugar que tiene un significado especial para ellos. Las escenas en el desierto juegan un papel clave en la narrativa, ya que este paisaje aparentemente estático, pero lleno de vida y movimiento, refleja el estado emocional de los personajes. Esta conexión entre el entorno y la trama añade una capa de profundidad a la historia. Además, el equipo de dirección enfrentó el reto de trabajar con un elenco de actores debutantes, lo que aportó frescura a la producción.
“Creo que hay muchos matices que solo se pueden ver en pantalla grande. Nuestro inconsciente está recogiendo de manera constante todos estímulos de una cinta, hay una escena donde los protagonistas tienen un accidente con animales, hay sonidos y personas, todo eso se tiene que contemplar en el cine. Creo que es una película que crea tiene elementos de thriller, amor, emoción que se proyecta al público”, dijo Guillermo Arriaga, productor y guionista.
Mariana Arriaga comparte su perspectiva sobre la codirección de la película, destacando que, aunque este proceso puede ser complicado, en su caso ha sido muy sencillo. Con nueve años de experiencia trabajando juntos, ella y su hermano Santiago han desarrollado una conexión profunda que les permite complementarse en cada aspecto de la producción.