Ciudad de México, 29 ago. (AMEXI).- El chef español Daniel Sancho, sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de un cirujano colombiano en Tailandia, podría enfrentar un «infierno» en la prisión Bang Kwang, conocida como «El Gran Tigre», a donde lo trasladarían para cumplir con su condena.
Su caso conmocionó al mundo entero, tras difundirse que era el principal sospechoso del asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta con quien, supuestamente, mantenía una relación sentimental.
Unos días después, el hijo del actor español Rodolfo Sancho se declaró culpable del homicidio de Arrieta, quien supuestamente lo amenazaba y lo tenía como “rehén”.
Tras un largo proceso judicial, este 29 de agosto el chef español escuchó su sentencia. El Tribunal Provincial de Koh Samui, al sur de Tailandia, lo condenó a cadena perpetua por los delitos que se le imputaron, además deberá indemnizar a la familia del fallecido con 106 mil euros.
Desde su detención, Daniel Sancho ingresó en la prisión de Koh Samui, considerada una de las cárceles más afables para los reos occidentales, teniendo en cuenta que Tailandia es uno de los países del mundo con un sistema carcelario más peligroso.
Además, el español estuvo separado del resto de los presos debido a que carecía de una sentencia firme.

Así es la peligrosa cárcel Bang Kwang
Ante la reciente decisión del Tribunal Provincial de Koh Samui, Daniel Sancho probablemente lo traldadarán a la cárcel de Bang Kwang, ubicada en Bangkok, capital del país del sudeste asiático.
De todos los centros penitenciarios del país, Bang Kwang es de los más temidos, especialmente por los reos occidentales por su sistema tan rígido.
En este lugar hay al menos 50 prisioneros occidentales e ingresan a este sitio porque es la prisión más cercana a los consulados de sus países de origen, localizados todos ellos en Bangkok.
Bang Kwang es apodada como “El Gran Tigre”, por que se «come vivos a sus prisioneros» y fue construida en 1933, lo que la hace la más antigua del país asiático.
Además, se trata del lugar al que van las personas que tuvieron sentencias por delitos de sangre, violaciones o tráfico de drogas de alto nivel, por lo que una parte de sus moradores son considerados presos de alta peligrosidad.
Su capacidad era inicialmente de tres mil presos, pero actualmente tiene una población de siete mil internos, por lo que viven hacinados.
Uno de los datos más perturbadores es que se estima que el 25 por ciento de los presos que cumplen condena de larga duración o sentenciados a pena de muerte pierden la vida antes de cumplir su tercer año.
La prisión de Bang Kwang, conocida como «El Gran Tigre», es una de las cárceles más peligrosas del mundo | AMEXI/FOTO: Redes sociales
El ambiente hostil que enfrentaría Daniel Sancho
Las celdas tienen una dimensión de cuatro metros cuadrados y en viven entre 30 y 70 prisioneros; el espacio para dormir es escaso, en el suelo, y al lado de un agujero en el que todos los encarcelados en este espacio hacen sus necesidades.
Además, este centro solo cuenta con un médico y dos enfermeros, lo que hace difícil que accedan a atención médica oportuna cuando enferman.
Los convictos pasan en sus celdas unas doce horas al día y, debido al hacinamiento, hay problemas con la salubridad de los espacios y escasez de comida.
Las peleas entre los reclusos son tan habituales como las torturas de las que son objeto por parte de los guardias de seguridad en turno.
Para los extranjeros, la situación se complica aún más, pues los repudian, los aislan y además se burlan de ellos.
Aquellos que consiguen cumplir la pena y salir de ese lugar suelen presentar duras consecuencias tanto físicas como mentales.