Choluís presenta “Trolebús en sentido contrario” en San Juan del Río
Por Felipe Cabello Zúñiga
La Galería Restituto Rodríguez, en el Portal del Diezmo, en San Juan del Río, Querétaro, se convierte en escenario de Charlas con Café, tomando el diálogo otoñal la forma de presentación rocker-literaria.
Hasta ahí llega José Luis Campos García alias Choluís (México, DF, 10 de mayo de 1961), cantautor y fundador del grupo Trolebús, para presentar en San Juan del Río “Trolebús en sentido contrario” (Cuatzi, 2025), un libro de cuentos recién nacido, calientito, basado en las canciones de aquel primer disco homónimo de 1987 que marcó a toda una generación rockera.
Complicidad rockera
Mario Alquicira (autor de Los otros dioses ocultos, El último unicornio y próximamente Un viaje de rock, acerca de Trolebús) abre la sesión con una introducción cálida del libro; después Juan Rock —coleccionista, promotor, memoria viviente de los escenarios independientes— habla del peso simbólico de Trolebús en su generación.
Y ahí está el libro: Trolebús en sentido contrario, recién salido, con ese olor a tinta nueva que uno casi puede tocar. El prólogo, firmado por González de la H.H. Botellita de Jerez, brinda a la noche un guiño de complicidad rockera. Parte del texto escrito por Choluís dice lo siguiente:
“No esperes aquí una biografía rigurosa, sino un conjunto de relatos ubicados aleatoriamente en el tiempo y cuyo eje son las canciones que acompañan cada historia. En ellas hemos combinado la ficción con la realidad y en el trasfondo de cada historia está la rola. Es decir, las ganas de contar cantando. Y a nosotros los mexicanos, nos gusta mucho contar historias, pero también nos gusta mucho cantarlas.”
Así que estos corridos electrodélicos van a acompañar cada episodio, cerrando las historias con la letra íntegra. Esta primera entrega está compuesta por las doce rolas de Trolebús en sentido contrario, extendiendo el contexto de la letra con narraciones que se ubican en los años en que fueron compuestas dichas rolas. Además, si activas el código QR podrás acompañar la lectura con la música de fondo de la rola en cuestión. Prepárate para trolebucear por el océano urbano ochentero de la Ciudad de México a través de las rolas-cuentos de nuestro primer disco.
Choluís nos abre su vasto camino como guitarrista, cantante, músico, su carrera profesional, su trabajo como compositor, su faceta académica (“investigador y profesor contratado, doctor adscrito al Departamento de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Málaga en España y Miembro del Grupo de Investigación COMandalucía, laboratorio de Comunicación y Cultura”), más su participación musical en un documental.
Habla con la calma de quien ya ha vivido muchas batallas y aún sigue componiendo cosas nuevas, con tantas tareas por realizar. Minutos después de las seis de la tarde, empieza la presentación…
La memoria del 68
La gente poco a poco ha llenado el espacio con brillo en los ojos que sólo habita el rock cuando se queda a vivir en el alma de uno. Están ahí quienes conocieron a Choluís desde “los chochenta”, aquellos que escucharon a Trolebús desde la Ciudad de México antes de mudarse a San Juan del Río, y los rockeros locales que no sueltan la chamarra negra ni aunque el clima esté suave.
—Oye, Choluís, ¿recuerdas lo que mencionabas del Movimiento del 68? Cuéntame cómo te involucraste…
—Esto forma parte de mi estancia de investigación. Vine a México por varias razones, pero una de ellas es porque, dentro de mi trabajo académico en España, también tengo que hacer investigación. El Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana me invitó a venir. Y dentro de las actividades está musicalizar dos documentales: uno es La memoria del 68 y el otro es Los Maguilleros, sobre una comunidad autónoma allá por la zona detrás de La Marquesa. Para ambos estoy componiendo música.
“La memoria del 68 es producción completa de la Ibero. Los Maguilleros es entre la Ibero y la productora independiente Ojos de Perro. Y es una experiencia que no había tenido nunca: componer música instrumental para documental.”
—¿Ya habías trabajado algo así? —No. Tiene que ver con mi contacto con los sonidos, con la composición. Hoy hay muchos programas que usan instrumentos virtuales. No es IA, aún. Son programas. Desde hace años uso Logic para grabar, arreglar mis canciones… pero esta es la primera vez que hago música original instrumental, distinta al rock: orquestas, ensambles, algo electrónico. Y la experiencia ha sido muy buena.
—¿Te gustaría que Trolebús tuviera su sinfónico? —Sería fantástico. Pero creo que aún falta. Aunque “La Plegaria” con orquesta sería increíble.
Cuenta que tiene otra canción grabada en España, “El Demonio de la Urbe”, con ensamble de cuerdas y que “muchas de Trolebús se prestarían”, agrega.
Rarezas de archivo
Aprovecho para preguntar por “Ojo de Vidrio”, pieza casi legendaria entre quienes conocen las profundidades del catálogo.
“Es inédita, de cuando grabábamos en casa de Jorge Orozco en la Ciudad de México, en los noventa. Era un cuarto blanco de azotea, nosotros le pusimos Sesiones en el Cuarto Blanco, por eso de la canción White Room de Cream. Grabamos un montón de rolas ahí, totalmente desconocidas. Yo creo que pronto sacaremos un EP. Y ‘Ojo de Vidrio’ es pura improvisación: la letra completa es improvisada sobre una base rockera.
La canción “Ojo de Vidrio” trata de un feminicidio, el asesino es quien canta la canción, “pero es una canción muy extraña, muy dramática y muy extraña… Es un tema muy dramático… Pero también he visto las respuestas que son: ¿Qué aporta la sociedad civil para proteger a las mujeres? Y a mí lo que también me parece importante es que las mujeres también se hayan organizado para protegerse”.
La nueva ruta del rock
—Ya y para no detenerte —le digo—, cuéntame de tu nuevo disco.
—Se llama Ruta 25. Es el disco que nos reconecta al campo de la música. Fue un esfuerzo enorme de la Productora Cuatzi, El Hormiguero, donde grabamos, y todos los músicos. Lo dirige Ernesto Romero junto con Adolfo Romero. Es un disco fresco, aunque suene a rock clásico. Dicen que no suena nostálgico. Creo que puede ser el pistoletazo de salida de una nueva etapa.
Enumera las doce canciones, como quien recita una alineación titular: “Cosas de Gente Mayor”, “Narcotrafiquera”, “El Banco del Diablo”, “La Novia de las Almas Piadosas”, “Don Quijote de Naucalpan”, “Mujer Espectro”, “Juan Camaney”, “Marcelo”, “Serpientes y Escaleras”, “Insurgentes”, “Marcelino Trovador”, “Ferrockandrril”.
“Se trata de reencontrar el espíritu”, concluye Choluís en este su regreso triunfal a San Juan del Río.
La sorpresa grande fue el cierre con un mini concierto de cuatro rolas, interpretadas por el mismísimo Choluís, que prendió por completo a la galería, comenzando con “Plegaria”, “Amor de cojos”, “Monedero” y concluyendo con el clásico “Balada Chilanga”, que la gente recibió de manera especial. El público cantó, aplaudió y convirtió el Portal del Diezmo en un templo del rock.
Al final, el jefe de Educación Cívica, Isaac Velázquez, y Felipe Cabello Zúñiga entregaron un reconocimiento a Choluís, recibido con humildad y emoción.







