La cantante Daniela Romo demostró que la belleza y la sensualidad no son solo para la juventud, al posar con poca ropa para el fotógrafo Uriel Santana, cuyo trabajo es conocido por su estilo artístico y sofisticado que busca capturar más que solo la apariencia física.
Durante la develación de la fotografía que deja poco a la imaginación, la también actriz destacó los elementos que se pueden ver en la imagen más allá de la estética y el erotismo.
“Lo que importa es que es del alma es enseñar las cicatrices que uno tiene… La belleza ya fue, ahorita hay una tengo 66 años, son otras bellezas, otras cosas, es la belleza, del camino, de transito de la mirada, de lo que uno ha captado a lo largo del camino”, afirmó.
Tras el resultado que logró captar su lado más sensual de una forma muy artística, Romo aseguró que no le teme a las críticas, pues lo más importante “es la aceptación de uno mismo y del otro tal como es”.
Por otro lado, recordó que decidió aceptar la propuesta de hacer estas fotos sin pensarlo demasiado, pues de haberse preparado lo habría rechazado de inmediato.
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La exposición “Las formas del alma” de Uriel Santana
La exposición “Las formas del alma” marca el 25 aniversario de la trayectoria profesional del fotógrafo Uriel Santana, y representa un punto de inflexión en su obra, pues aborda el desnudo artístico, algo que él mismo reconoce nunca había explorado de forma tan directa y profunda.
Está conformada por 33 imágenes reveladas en blanco y negro, para lograr un efecto estético que resalte texturas, sombras, contrastes, la desnudez del cuerpo al natural, y el carácter íntimo de cada retrato.
Santana trabajó con personas que son amigos como Erika Buenfil, Sebastian Rulli, GRettel Valdez, Bárbara Mori, entre otros, lo que da al proyecto un aire muy personal.
Esa confianza y cercanía entre fotógrafo y retratados permitió que las tomas resultaran más sinceras, con menos inhibiciones y mayor apertura emocional.
Las piezas buscan capturar más que sólo la forma física del cuerpo; su intención es revelar identidades, memorias, sentimientos profundos, vulnerabilidad, la belleza natural, sin artificios ni poses rígidas.
En ese sentido, el fotógrafo describe que cada persona tiene algo que contar, ya sea de forma evidente o más oculta, pero todos participantes de un “gran sentimiento”.