Por Griselda Hernández.
Aunque diciembre es conocido por ser un mes lleno de alegría y celebraciones, muchas personas enfrentan sentimientos de tristeza y melancolía durante esta época, una situación comúnmente referida como «depresión navideña», término no respaldado científicamente. Este fenómeno puede estar relacionado con diversas causas, como la presión por cumplir con expectativas sociales, la ausencia de seres queridos o los recuerdos de tiempos pasados.
Mientras muchos disfrutan de las luces, los regalos y las reuniones familiares, otras personas enfrentan desafíos emocionales que suelen intensificarse en esta temporada, por lo que tendrían que cuidar su salud mental.
La complejidad emocional más allá de las festividades
Entre las expectativas sociales y la realidad personal puede generar una serie de sentimientos difíciles de gestionar, especialmente en un mundo donde las redes sociales desempeñan un papel crucial en la percepción de cómo «debería» vivirse esta época.
“Diciembre suele estar asociado con festividades llenas de luces, reuniones familiares y celebraciones. Sin embargo, no todas las personas viven esta época de la misma manera. No todos cuentan con las mismas circunstancias o privilegios. Muchas emociones y sentimientos que emergen en este mes están vinculados a una combinación de factores que pueden generar malestar emocional, como la presión social y las expectativas irreales. Estos aspectos suelen intensificarse debido al impacto de la sociedad y, especialmente, de las redes sociales.
El clima invernal también juega un papel importante en el estado de ánimo de las personas, especialmente durante los meses más fríos. La disminución de la luz solar puede desencadenar el trastorno afectivo estacional (TAE), una condición que genera síntomas de tristeza y falta de energía. Además, los días más cortos y el hecho de que oscurezca temprano pueden intensificar el agotamiento mental y físico típico de esta temporada. Estos factores, combinados con las exigencias propias de las festividades como la falta de dinero, pueden afectar significativamente el bienestar emocional durante el invierno.
¿Cuáles pueden ser los síntomas de la depresión navideña?
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Sentimiento constante de tristeza, melancolía o sensación de que nada es suficiente.
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Falta de disfrute en actividades que antes eran importantes o placenteras.
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Irritabilidad o tensión ante comentarios y actitudes de los demás.
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Falta de apetito o deseo de no realizar ninguna actividad.
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Insomnio o, por el contrario, exceso de sueño.
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Sentimientos de culpa que pueden derivar en una sensación de inferioridad.
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Ausencia de motivación para salir o realizar actividades que forman parte de la rutina habitual.
¿Cómo hacerle frente a la depresión navideña?
El autocuidado emocional es fundamental para afrontar las festividades sin caer en el estrés o la ansiedad. Reconocer y aceptar nuestras emociones es el primer paso para gestionarlas, aprendiendo a convivir con los diferentes estados de ánimo.
“Lo principal para llevar esta temporada es permitirnos sentir y reconocer nuestras emociones como primer paso para manejar lo que estamos experimentando; es decir, aprender a convivir con nuestros estados de ánimo. También es importante establecer límites y no sentirnos obligados a hacer cosas que no deseamos, ya que eso solo generaría estrés o ansiedad.
“Debemos fomentar una cultura de autocuidado mediante ejercicio, una buena alimentación y prácticas como estiramientos matutinos, que contribuyen a nuestro bienestar. Además, es esencial ser selectivos con el contenido que consumimos, eligiendo cuidadosamente las cuentas que seguimos en redes sociales y alejándonos de personas o situaciones que nos generan estrés. Por último, no debemos dudar en pedir ayuda a un especialista; existen opciones gratuitas que pueden ayudarnos a sobrellevar estos momentos difíciles”, concluyó la especialista en trastornos de ansiedad y que se puede contactar en su página web doctoralia.