Edgar Vivar habló con la serenidad que solo da la experiencia y soltó una frase que definió toda la conversación: “La vida es un viaje cortito, y hay que ir ligero de equipaje”. Con esa filosofía reaccionó a las recientes declaraciones de su ex compañera María Antonieta de las Nieves, quien expresó su interés en reconciliarse con Florinda Meza y sentarse a platicar después de décadas de distancia.
El actor recibió la noticia con una sonrisa sincera y alivio evidente. “Qué alegría, de veras, qué bueno”, respondió cuando se enteró de que «La Chilindrina» quiere limar asperezas con Florinda. Para él, cerrar ciclos importa tanto como conservar la lucidez. “¿Para qué cargar resentimientos y corajes, y menos a estas alturas?”, comentó.
Antes de entrar al tema, Vivar celebró la recuperación de María Antonieta tras el periodo de sobremedicación que afectó su salud y su ánimo. La vio nuevamente bromista, conversadora y luminosa. “Me dio muchísimo gusto. Está igual que siempre”, expresó.
Recordó que el susto también lo vivieron quienes la rodean: hijos, nietas, compañeros y amigos que temieron por su vida. Hoy, la encuentra fuerte, activa y con proyectos.
Las declaraciones de Florinda Meza sobre el talento de María Antonieta también le provocaron satisfacción. Vivar subrayó que el reconocimiento profesional termina hablando más alto que cualquier historia personal. “Yo puedo hablar bien o mal de ti según me caigas, pero lo único que habla de ti ante el mundo es tu trabajo”, afirmó. Esa mirada lo conmovió porque —aseguró— ambos ponderan la calidad artística de la otra.
Para él, negar la convivencia afectiva del elenco de El Chavo del 8 carece de sentido. “Llegamos a convivir más entre nosotros y con nuestras familias durante un periodo muy largo. No se puede borrar eso”, recordó. Hubo complicidad, cariño, viajes y años compartidos que marcaron la vida de todos.
Mientras tanto, Vivar continúa activo y agradecido. Entre grabaciones de Vecinos, colaboraciones en Brasil y proyectos internacionales, disfruta cada oportunidad laboral sin hacer planes a largo plazo. “A estas alturas, después de haber estado tres veces en terapia intensiva, prefiero expectativas de muy corto plazo”, comentó con humor y lucidez. Elegir proyectos, viajar y leer en portugués ahora forman parte de una rutina que celebra.
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Sin escándalos y sin protagonismos, Edgar Vivar volvió a mostrar por qué se mantiene como una figura querida: equilibrio, inteligencia emocional y afecto genuino hacia quienes compartieron una de las etapas más importantes de su carrera.
Y si dependiera de él, la reconciliación entre La Chilindrina y Doña Florinda merece ocurrir. Porque, como dijo él mismo, “la vida es cortita, y se disfruta mejor sin equipaje de rencores”.
