La décima edición del Be Tribal Bellydance 2025 se llevará a cabo en GhytiaStudio y Casa Khumbaka, dos espacios reconocidos en la escena dancística. Durante tres días, el festival ofrecerá talleres, pláticas, clases gratuitas y exhibiciones, con un show de gala como evento principal.
El encuentro está dirigido por Walky Ardaat, pionera en la profesionalización y difusión de este género en México desde hace 17 años, a través de su estudio GhytiaStudio, considerado “la casa del Tribal Bellydance” en el país.
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Una danza con raíces y comunidad
El Tribal Bellydance nació en San Francisco, California, en 1987, con la inspiración de Jamila Salimpour, Masha Archer y Carolena Nericcio. Se trata de una fusión de danzas del Medio Oriente, Norte de África, India y Flamenco, basada en la improvisación estructurada, la cooperación femenina y la fuerza del trabajo en comunidad.
Lejos de la connotación sensual con la que a veces se confunde, esta danza busca empoderar a sus intérpretes y exaltar la filosofía de la tribu: colaboración, sororidad y diversidad corporal y espiritual.
El festival contará con la presencia de figuras internacionales como Kristine Adams, integrante del legendario grupo FatChanceBellyDance, y Tiare Valouria, especialista en Tribal Fusión. Desde México participarán artistas como Ghazani Sabah (Hidalgo), Carolina Argueta (Toluca).
Mano de Bruja (Tijuana), Romma y Nadya Psique (CDMX), Gaby Oniria (Toluca), Ginesa Arenas & Now Body (Querétaro), Alessa Fortuna (Monterrey) y el performer Fabricio Bonelli, representante de la escena Drag Queen de Tampico.
Además, Walky Ardaat abrirá el festival con el proyecto gratuito online “Echando Chal”, un taller dedicado a la historia del Tribal Bellydance en México.
Una década de historia
En sus diez ediciones, el Be Tribal Bellydance se ha consolidado como el único festival internacional de Tribal Bellydance en México, punto de encuentro de artistas emergentes y consolidados. Con cada edición, refuerza su papel como plataforma cultural que acerca a nuevas generaciones a este arte y lo posiciona como un movimiento social y artístico de gran relevancia.
“Queremos atraer la atención de nuevas generaciones y compartir el legado de esta danza como una propuesta de riqueza étnica y espiritual”, destacó Walky Ardaat, quien desde Ghytias Tribal Bellydance ha conformado la tribu de mayor longevidad en el país, con 17 años de trayectoria.