Salma Hayek estuvo en México y no perdió la oportunidad de visitar por La Casa Azul, el museo dedicado a la artista Frida Kahlo y que fuera además el hogar en donde pasó sus últimos días. Ahí están los objetos personales de la pintora mexicana más famosa del mundo así como sus obras más representativas.
En la Casa Azul, Frida pasó la mayor parte de su vida, primero con su familia y, años después, al lado de Diego Rivera. En ese lugar se hospedaron interesantes personajes nacionales y extranjeros, atraídos por el magnetismo de ambos pintores.
“Frida y Diego quisieron dejar su casa como museo para el disfrute de todos los mexicanos. A la muerte de la pintora, el amigo de la pareja, el museógrafo y poeta Carlos Pellicer, planeó la museografía. La administración se confió al Fideicomiso de los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo, adscrito al Banco de México y constituido por el mismo Rivera en 1957”, explica la reseña del lugar.
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El mensaje de Salma Hayek tras su visita a la Casa Azul
A través de sus redes sociales, La Casa Azul compartió unas fotografías de la actriz y productora en el museo, además de publicar el mensaje que dejó en el libro de visitas:
“En la #CasaAzul celebramos la visita de @salmahayek, quien volvió a este hogar que guarda tantas memorias. Nos emociona compartir lo que escribió en el libro de visitas”, refiere.
“Tantos recuerdos en este lugar que a pesar de los años no pierde su magia y encanto. Qué privilegio regresar a través del tiempo a la riqueza de nuestra gente y nuestra cultura.” — Salma Hayek. Un gesto que honra el legado de #FridaKahlo”.
Su conexión con la pintura de Kahlo surgió desde la admiración que siempre sintió por la artista mexicana y se profundizó al producir y protagonizar “Frida” (2002), película que retrata la compleja vida personal y artística de la pintora.
Durante el proceso, Hayek se involucró intensamente con las técnicas pictóricas, los diarios visuales y las emociones detrás de cada obra, buscando comprender no solo la estética, sino la carga simbólica y biográfica que caracterizan el legado de Kahlo.
El filme, nominado a seis premios Oscar y ganador de dos, consolidó a Salma Hayek como una embajadora cultural del arte mexicano ante el mundo.
Su paso por La Casa Azul, más de dos décadas después de aquel proyecto, funciona como un reencuentro con los elementos que moldearon su interpretación y con una artista cuya historia ha sido central en la difusión de la cultura mexicana en el cine internacional.
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