En la historia del rock mexicano, hay voces que no se apagan ni con el paso del tiempo. Voces que, aunque ya no respiren, siguen estremeciendo los huesos de quienes alguna vez las escucharon en vivo. Una de esas voces es la de Xava Drago, el inconfundible líder de Coda, quien partió de este mundo el pasado 21 de agosto de 2025, a los 56 años, tras una dura batalla contra el cáncer de estómago. Su despedida física dejó un hueco, sí, pero también nos heredó algo mucho más poderoso: un legado indomable que ahora retumba con más fuerza que nunca.
Porque Xava no murió, simplemente se transformó en música. Y esa música tiene una cita que promete ser histórica: “Eternamente Xava”, el próximo 25 de septiembre en el Salón La Maraka de la Ciudad de México.
Un tributo que será rito, fiesta y catarsis
Lo que ocurrirá esa noche va más allá de un concierto: será un ritual sonoro, una catarsis colectiva, una celebración lúgubre pero vibrante. Sobre el escenario, más de 50 artistas icónicos del rock nacional —entre ellos Kenny Avilés, Salvador Moreno (La Castañeda), Héctor Quijada (La Lupita), Tony Méndez (Kerigma), Cha (Fobia), Mosi Bit (Ritmo Peligroso) y, por supuesto, los integrantes de Coda— unirán sus talentos para cumplir una promesa que Xava les hizo en vida: “La música no debe detenerse jamás”.
Xava: el guerrero que cantó hasta el final
Nacido con el nombre de Salvador “Xava” Drago, fue una de las voces más potentes y emblemáticas del rock mexicano de los 90. Con Coda, nos regaló himnos que cruzaron generaciones, y hasta en sus últimos días, debilitado por la enfermedad, siguió componiendo, cantando y conectando con sus fans. Antes de partir, dejó un mensaje que eriza la piel:
“Hoy mi vida ha llegado a su fin, solo me queda decir que la viví a mi manera, canté, rocanrolié, pero sobre todo gocé y amé cada instante maravilloso que construí”.
Ese espíritu libre, rebelde y apasionado será el verdadero protagonista del 25 de septiembre.
¿Dónde y cuándo comprar boletos?
Los boletos, con costos entre $400 y $700, no solo garantizan una noche irrepetible: cada entrada es un acto de solidaridad. Todo lo recaudado será destinado a Nicole (15 años) y Sofía (3 meses), las hijas de Xava, convirtiendo la música en un abrazo tangible para quienes más lo amaron.
El Salón La Maraka será testigo de algo único: una multitud coreando canciones que ya son parte del ADN del rock nacional, lágrimas mezcladas con sonrisas, y un escenario que, aunque vacío de su figura física, estará más lleno que nunca de su presencia. Eternamente Xava no será una despedida: será el recordatorio de que cuando un artista entrega el alma a su público, nunca se va del todo.
El 25 de septiembre, corre, vuela, llega como puedas. No será un concierto, será una ceremonia para honrar a un hombre que se volvió leyenda. Porque en La Maraka, esa noche, Xava Drago no descansará en paz… seguirá rugiendo en cada acorde.