Las icónicas Alice y Ellen Kessler, conocidas como las gemelas Kessler, fallecieron a los 89 años mediante un suicidio asistido, según confirmaron las autoridades en su residencia en Grünwald, en Baviera, Alemania.
Las Kessler nacieron el 20 de agosto de 1936 en Nerchau, Alemania, y crecieron y pronto se hicieron expertas en ballet clásico.
Su carrera artística las llevó a huir de la Alemania Oriental en 1952, radicarse en Alemania Occidental y triunfar como bailarinas, cantantes y actrices en Europa.
Con una presencia glamorosa en televisión italiana durante los años 60 y 70, también representaron a Alemania Occidental en el Festival de Eurovisión de 1959.
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Una decisión consciente, legal y planeada con detalle
La muerte asistida de Alice y Ellen fue confirmada por la Asociación Alemana para una Muerte Digna (DGHS), que aseguró que ambas cumplían con los requisitos legales: actuar por cuenta propia, sin presiones, y asumir plenamente su decisión.
Las autoridades bávaras descartaron cualquier intervención de terceros, y reportes mencionan que un médico y un abogado estuvieron presentes al momento de la despedida final.
Según medios como Telecinco y ABC, las gemelas habían dejado una carta pública donde expresaban su convicción: “nacimos juntas y queríamos morir juntas”.
Además, planearon que sus cenizas reposaran en la misma urna, junto a las de su madre y su querido perro Yello.
El derecho a una muerte digna
Este acontecimiento abrió un debate mundial en torno a la muerte asistida y la autonomía en el final de la vida.
En Alemania, el suicidio médicamente asistido es legal bajo ciertas condiciones desde 2020, aunque la eutanasia activa sigue prohibida.
Para las Kessler, esta decisión simbolizaba no sólo un acto de unión final, sino también el deseo de conservar su independencia y dignidad hasta el último momento.
El legado de dos estrellas inolvidables
Más allá de su muerte, Alice y Ellen Kessler dejaron un legado imborrable: su arte, su presencia en la cultura europea de posguerra y su valentía al elegir cómo decir adiós.
Las artistas participaron en numerosos programas de televisión, películas, espectáculos de cabaret y grandes eventos, consolidándose como íconos culturales de Italia.
Su impacto fue tan grande, que a sus 40 años, las gemelas aparecieron en la portada de la edición italiana de Playboy, un número que rompió récords de ventas en el país.
Tras retirarse de los escenarios, ambas regresaron a Alemania, donde vivieron juntas hasta el final de sus vidas. Fueron pioneras, no solo en el escenario, sino también al dejar en claro que su vida, y su muerte, serían compartidas hasta el final.







