LEONARDO: El renacimiento llega al escenario en una obra que te eriza la piel
Murray no sólo actúa. Crea. Vive. Se transforma. Este monólogo que evolucionó durante años se convirtió en una joya teatral cargada de símbolos, humor agudo y emociones crudas.
“Es un honor que me enchina la piel ponerme la capa con la que mi padre hizo este mismo personaje”, confesó Rodrigo, visiblemente conmovido, al hablar del legado actoral que representa. No solo interpreta a Leonardo; continúa una línea de sangre, de arte y de memoria viva en el escenario.
La historia que se cuenta es potente: Leonardo Da Vinci desde sus fracasos. La Última Cena, que se craqueló y se rompió años después. La Mona Lisa, que no es la original. Su caballo de bronce de 60 toneladas, que nunca vio la luz en su tiempo. Todo eso converge con su protagonista que busca sobrevivir al olvido, se topa con Leonardo… y se funden en uno solo. Una narrativa ingeniosa y sorpresiva, contada cuadro por cuadro, donde el espectador se transporta del siglo XVI al XXI en un segundo.
Y como si fuera poco, Juan Carlos «El Borrego» Nava dirige esta puesta en escena con una sensibilidad excepcional. Se suma al proyecto con un entusiasmo que contagia, afirmando que esta obra es “un tesoro escénico”, una conjunción entre arte visual, teatro y verdad emocional.
Murray revive al genio renacentista
Agradecido con la prensa y con el público, El Borrego celebra la valentía de Leonardo y la inteligencia de Murray, que se convierte aquí en actor, narrador y pieza escultórica en sí misma.
Murray y Sebastián han creado una amistad entrañable, un lazo que se palpa en escena. Ambos reconocen que la pieza se adaptó al actor como un guante: “Leonardo IV no se queja, se ríe, es incluyente, me moldea”, dice Murray. Y eso se siente. La obra respira humanidad, profundidad y una ternura que sólo quienes han abrazado el fracaso pueden ofrecer.
Al final de la función, los asistentes serán parte de una charla abierta con los creadores, donde se abordarán las grandes incógnitas que despierta la obra: ¿es la escultura otra protagonista? ¿Qué es éxito y qué es fracaso? ¿Y si la Mona Lisa nunca fue la original, qué somos nosotros?
La respuesta está en el teatro.
LEONARDO no es solo una obra. Es una experiencia viva. Un renacimiento. Una clase de arte, historia y sensibilidad que te hace reír, te deja pensando y sobre todo, te emociona.
No te pierdas esta novena temporada que arranca este 07 de agosto en el Teatro Rafael Solana, la oportunidad de ser testigo de un proyecto único, poderoso y profundamente humano. Una obra que demuestra que el fracaso también puede ser el origen del arte más sublime.







