¡Esta vez no fue un escenario, sino un hospital el que vibró con la energía de Los Tucanes de Tijuana! La legendaria agrupación norteña dejó los sombreros y los acordeones para enfundarse en bata blanca (figurativamente hablando) y convertirse en padrinos de honor en la inauguración de la nueva sala de espera del área de Rayos X en el Hospital Shriners para Niños México.
Desde muy temprano, Los Tucanes de Tijuana encabezaron un recorrido por las instalaciones acompañados del equipo directivo, miembros de la administración masónica —quienes desde hace más de 120 años impulsan esta red hospitalaria a nivel mundial— y por supuesto, una pequeña gigante: la niña embajadora internacional del hospital, quien recién salía de cirugía y, aun así, no dudó en recibir a sus ídolos musicales.
Con risas, emociones y ojos brillosos, los músicos compartieron con la prensa: “Esta hora para nosotros es difícil, pero vinimos con emoción, agradecimiento y cariño por conocer estas instalaciones que son tan importantes”, dijo Mario Quintero, conmovido.
Los Tucanes de Tijuana conquistan corazones…
Y agregó: “Queremos que todo el mundo sepa que aquí, en México, existe este hospital donde se atiende a niños de todo el mundo.”
Sí, de todo el mundo: desde Brasil y Nicaragua hasta Guatemala y Panamá, el Hospital Shriners México ofrece atención pediátrica de alta especialidad en ortopedia y quemaduras, siendo un referente continental con clínicas satélite que amplían su alcance y una colaboración estrecha con la Fundación Ronald McDonald, encargada de brindar hospedaje y traslados a las familias.
En un momento mágico durante su visita, Los Tucanes llegaron a una de las salas donde los niños internados —¡con toda la chispa del norte!— les pidieron que les cantaran a capella su éxito “La Chona”.
“Nos sorprendimos de que se saben nuestras canciones. Eso nos da vida y nos fortalece… saber que seguimos vigentes en los corazones más puros”, dijo Mario con la voz entrecortada.
Por su parte, Gustavo Labrada no ocultó su orgullo: “Me siento conmovido y feliz de ver que aquí no solo se atiende, sino que se investiga, se innova y se humaniza cada paso de la medicina.”
Y como buenos norteños, no esquivaron preguntas incómodas.
Referente a la censura vivida en Chihuahua, al ser multados por cantar narcocorridos durante su presentación en la feria de Santa Rita el pasado 31 de mayo, Mario Quintero respondió con diplomacia y firmeza:
“Tenemos 38 años de trayectoria, y el público nos tiene donde estamos. Sabemos que los gobiernos tienen sus formas de pensar y las respetamos. Nos adaptamos. Los corridos son solo un complemento; la gente nos pide otras canciones: ‘La Chona’, ‘El Tucanazo’, ‘Amor Platónico’, ‘La Chica Sexy’…”
«Nos tenemos que ir adaptando somos gente disciplinada, pero también sabemos que ciertos gobiernos tienen su manera de pensar y lo respetamos. Siempre hemos estado a favor de la paz por eso hacemos música y nos adaptamos a cada regla y podemos decir que nuestras música más conocida con canciones románticas y movidas, así que los corridos son un complemento».
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Destacó que ellos siguen trabajando por todas partes felices de poder llevar su música mexicana y más en estos tiempos donde esta disponible de inmediato gracias al poder de las plataformas, lo que también los ayuda a que se abran nuevas plazas en otros territorios.