Cuando la apariencia se convierte en tendencia y la mirada en moda, surgen procedimientos poco convencionales que prometen resultados llamativos. En este escenario destaca la queratopigmentación, una cirugía que altera el color de los ojos.
Famosas como Ninel Conde llevaron esta técnica al ojo público, generando tanto admiración como advertencias médicas, pero, ¿qué hay detrás de esta intervención estética? ¿Cuánto cuesta y qué riesgos conlleva?
Aunque se populariza cada vez más entre celebridades, los especialistas alertan sobre riesgos importantes que no se deben ignorar.
Este equilibrio entre estética y seguridad convierte la queratopigmentación en una intervención llamativa, pero que requiere decisión muy bien informada.
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¿En qué consiste la queratopigmentación?
La queratopigmentación es una técnica quirúrgica que busca cambiar el color de los ojos mediante la pigmentación de la capa frontal del globo ocular, la córnea y no directamente del iris como muchos suponen.
El procedimiento típico implica:
- Anestesia tópica (gotas) para adormecer el ojo.
- Creación de un micro-túnel o “bolsillo” en la córnea con láser de femtosegundo o microcuchillas.
- Introducción de un pigmento biocompatible en ese túnel, sobre la superficie de la córnea, para cubrir el color original del ojo.
- Una sola sesión suele bastar; el resultado se presenta como permanente.
Aunque originalmente esta técnica se desarrolló para corregir defectos corneales o de iris, como la aniridia o leucomas, hoy se emplea cada vez más con fines puramente estéticos.
En el caso de Ninel Conde, se sabe que recurrió a esta intervención para cambiar su tono ocular a “verde olivo”, como parte de su renovación estética.
¿Cuánto cuesta la queratopigmentación?
El costo de este tipo de cirugía varía ampliamente según la ubicación de la clínica, la experiencia del cirujano, el país y el color deseado.
En algunos países latinoamericanos, de Europa y de turismo médico, se reporta un costo que va de los seis mil a 12 mil dólares, es decir unos 220 mil pesos mexicanos para el procedimiento completo.
Es importante notar que estos costos no incluyen en muchos casos posibles complicaciones posteriores, revisiones adicionales o tratamientos correctivos.
Dado que Ninel Conde recurrió a esta técnica, es probable que haya afrontado un monto similar al rango alto del mercado, dada su condición de celebridad y los estándares de clínicas especializadas.
🩺 Riesgos y advertencias que no se deben ignorar
Aunque la queratopigmentación se presenta como una solución estética innovadora, la comunidad oftalmológica también advirtió sobre los posibles riesgos de este procedimiento.
Algunos de los principales riesgos incluyen:
- Pérdida de la transparencia de la córnea (descompensación corneal), lo que puede llevar a un trasplante de córnea.
- Infecciones oculares, cicatrización deficiente y sensación de cuerpo extraño.
- Fotofobia (sensibilidad a la luz), ojo seco crónico, disminución del campo visual periférico.
- Interferencia con futuras cirugías oculares —como de cataratas, retina o glaucoma— por la modificación de la córnea.
El procedimiento es irreversible en gran medida, lo que implica que los efectos, positivos, pero también los negativos, pueden durar toda la vida.
La Sociedad Española de Oftalmología (SEO) ha insistido en que no existe suficiente evidencia científica que avale la seguridad y eficacia de esta técnica cuando se utiliza con fines estéticos.
En ese sentido, aunque algunos centros la promocionan como “segura”, los especialistas advierten que la salud visual debería priorizarse por encima de los impulsos estéticos.
Al optar por un nuevo tono, la artista tradujo su deseo de transformación visual en un procedimiento quirúrgico que, aunque efectivo para la apariencia, requiere consciencia plena de sus implicaciones.
Es una decisión estética con altos costos económicos y potencialmente de salud y que puede marcar un antes y un después en la vida de quien se somete a ella.
Para figuras como Ninel Conde, la técnica ofrece un resultado llamativo y diferenciador, pero también trae consigo responsabilidades: elegir bien la clínica, entender los costos reales y asumir los riesgos para la visión.







