Se estrena en México la película La celda de los milagros, protagonizada por Omar Chaparro y dirigida por la cineasta mexicana Ana Lorena Pérez Ríos, basada en el filme surcoreano Miracle in Cell No. 7, de Lee Hwan-Kyung.
Este remake de la historia original fue realizado en Colombia, con un elenco integrado por actores mexicanos y colombianos, y llegará a las pantallas mexicanas el próximo 25 de diciembre.
El actor mexicano comparte créditos con Mariana Calderón, Natalia Reyes, Sofía Álvarez, Laura Alonso, Biassini Segura, Juan Pablo de Santiago, Gustavo Sánchez Parra, Marco Treviño, Jorge A. Jiménez y Arturo Ríos.
Historia

Héctor (Omar Chaparro) es un hombre con discapacidad neurológica que tiene una hija de 10 años, Alma (Mariana Calderón). Trabaja en una perrera municipal y como vendedor ambulante de frutas y verduras en una comunidad fronteriza de Chiapas, al sur de México.
Viven una vida precaria, pero rodeada de amor y solidaridad. Héctor es consciente de que los militares buscan migrantes y los maltratan. Alma es una gran corredora, pero tiene los zapatos rotos y sueña con tener unos tenis deportivos.
Al llegar a casa con la abuela (Sofía Álvarez), ella recrimina a Héctor por llevar otro perro, pero su buen corazón hace que acepten a un integrante más, pese a las carencias. El padre remienda amorosamente los zapatos de su hija y le promete que tendrá tenis nuevos para su próxima carrera.
En las calles del pueblo abundan los militares a la caza de migrantes, y ante la dificultad de identificarlos, a cada sospechoso le piden sus papeles. Mientras Héctor continúa con su vendimia, ve a una joven madre migrante (Laura Alonso) y a su hijo, (Christopher Viveros), acosados por militares. Decide ayudarlos y llevarlos a un lugar seguro, aunque antes deberán pasar por los tenis de Alma.
El destino juega en su contra cuando, al llegar a la zapatería, los tenis son comprados por el capitán Avilés (Jorge A. Jiménez) para su hija Mariel (Anthonella Yara). En un intento por conseguirlos, Héctor se enfrenta al militar, quien lo empuja mientras jalonea a su hija, que le reclama su acción.
La tragedia
Héctor lleva a la madre migrante y al niño a una fábrica abandonada donde podrán esconderse, pero Mariel los sigue con la intención de entregar los tenis a Alma. En un accidente trágico, la niña muere. Desesperado, Héctor busca ayuda y se encuentra con militares que reconocen de inmediato a la hija del capitán. El hombre es arrestado y acusado de la muerte de la menor.
Comienza entonces el calvario para Héctor. Mientras su madre intenta liberarlo y Alma, clama por la libertad de su padre, pero es trasladado a una prisión local, donde el capitán Avilés planea su venganza.
La llegada de Héctor a la cárcel es impactante. Queda bajo el resguardo de “El Tigre” (Gustavo Sánchez Parra), quien está al mando de la celda. Fuera de prisión, la maestra Ingrid (Natalia Reyes) intercede para que Alma pueda visitar a su padre.
Cárcel

Los prisioneros pronto se dan cuenta de que Héctor es incapaz de cometer el delito del que se le acusa. Así, el padre de Alma comienza a ganarse la simpatía de sus compañeros, quienes saben que el capitán ha dictado una sentencia de muerte sobre su cabeza. “El Tigre” buscará ayudarlo a escapar de su destino.
La celda de los milagros es una película emotiva que muestra cómo incluso en los lugares más lúgubres puede surgir una luz de esperanza. La directora Ana Lorena Pérez Ríos filmó en Colombia y, bajo su lente, intenta recrear un pueblo fronterizo de Chiapas. Como melodrama, la música acompaña y subraya los momentos más difíciles.
Destaca el uso de acentos y modismos aparentemente neutros, construidos a partir de convenciones televisivas sobre la forma de hablar de los mexicanos, lo que puede interpretarse como una herencia inconsciente del abuelo de la directora, Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”.
La cinta aborda dos temas relevantes en México: la labor de los militares en la persecución de migrantes en la frontera y el autogobierno en las prisiones. Así, La celda de los milagros se suma a la filmografía de Omar Chaparro, que apuesta por historias ya conocidas más que por guiones originales.






