La noche de este viernes, Alejandro Sanz abrió la primera de seis presentaciones en el Auditorio Nacional como parte de su gira ¿Y ahora qué?, que arrancó días atrás en Puebla y que lo llevará a recorrer distintas ciudades de México después de esta residencia en la capital. Ante un recinto lleno, el cantante español reafirmó la cercanía con su público mexicano a través de un repertorio de clásicos, estrenos y momentos de complicidad.
Desde el inicio del show, Sanz decidió tener esa cercanía con sus seguidores y expresó las primeras palabras de invitación a hacer de esta, una de las mejores noches:
“Buenas noches. Estoy aquí con todas las ganas de mi mundo de cantarles, de disfrutar de este México que me tiene el alma apachurrada desde años. Espero lo disfruten. Esto va por y para ustedes. Tengo algunas sorpresas y ganas de la pasen bien. Es su noche y piensen cosas bonitas”, dijo para dar paso a “Desde cuando”, seguida de “Capitán Tapón”, tema que recordó haber compuesto dedicado a su hijo Dylan.
Candela Márquez en primera fila
Más allá del repertorio, la velada también tuvo un matiz personal. En primera fila se encontraba Candela Márquez, novia del cantante, quien no dejó de aplaudir, cantar, tomar fotos y videos durante toda la noche.
Al final del concierto, recibió un gesto especial: un beso en la mano de parte de Sanz mientras agradecía al público. A su lado estaba el actor Luis Felipe Tovar, ex pareja de Márquez, quien igualmente disfrutó del concierto y mostró ser seguidor de quien ahora es pareja de su ex.
El público acompañó con aplausos y coros cada momento. Al interpretar “La música no se toca”, la conexión fue inmediata, pero el punto más emotivo llegó con “Por bandera”, cuando Sanz sacó una bandera de México y la ondeó en el escenario, ante la ovación del público que en un par de días celebrará las fiestas patrias.
En medio de la euforia, la velada continuó con “Bésame”, y luego, apareció sentado en un sillón, para interpretar “A la primera persona”, la cual le dio un momento íntimo a la velada, la cual dio paso a uno de los temas más coreados de la noche con “Mi soledad y yo”, tema que se ha convertido en un himno dentro de su repertorio.
Esto permitió que la intensidad subiera aún más y así dio continuidad con “El vino en tu boca”, que al finalizar, sorprendió con un “¡Viva México amigos!”, antes de arrancar “Quisiera ser” y luego pararas a la nostalgia con “Hoy no me siento bien”.
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Sorpresa sobre el escenario
Llegó entonces el anuncio que el cantante guardaba y el cual despertó la expectativa: “Les decía que tenía una sorpresa, antes era un secreto. Vamos a estrenar una canción aquí y vamos a grabar el video justo ahora, pónganse guapos y guapas. Tienen que gozar, porque van a salir las cámaras. Ha venido un compositor al que quiero y admiro, él es Rels B”, dijo Sanz, invitando al rapero mallorquín con quien interpretó el tema inédito “No me tires flores”.
La energía se mantuvo con un medley que enlazó sus éxitos “Regálame la silla”, “Amiga mía” y “Deja que te bese”, seguido de “Cuando nadie me ve”, “Mi marciana” y “Aquello que me diste”, antes de anunciar el tramo final.
“Estamos llegando al final del concierto, si me da un poco de tristeza que se acabe, pero alegría de nos veremos otras cinco veces más”, expresó.
Con un tono cercano, agregó: “Esta canción habla de lo que hemos hecho estos 30 años, los quiero un chingo, lo saben siempre, los quiero sin medida, sin control y de forma loca y eso no cambiará nunca. Muchas gracias por venir”, y dio paso a “Yo te traigo”, momento en el que las pantallas mostraban imágenes de los materiales discográficos que ha grabado en estas tres décadas, para cerrar esta primera parte con “No es lo mismo”.
El público lo despidió de pie, pero Sanz regresó para un encore acústico de “Y si fuera ella”, cerrando definitivamente con “Corazón partío”.
Viva la música, viva la vida y viva México
Antes de salir, Alejandro Sanz dejó una reflexión: “Durante dos horas han estado a gusto sin pensar nada más que en lo que está aquí. Esa es la magia de la música, poder estar donde estamos y eso es un privilegio. Gracias por darnos la oportunidad de eso. Viva la música, viva la vida y viva México”.
El semblante de Alejandro Sanz reflejó emoción, tranquilidad y una conexión evidente con el público y con la persona más cercana esa noche. En la primera de seis citas con el Auditorio Nacional, el artista confirmó por qué es uno de los cantantes españoles más queridos en México, combinando música, cercanía y gestos que marcaron una velada para recordar.
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