El Gobierno de Baja California y los ayuntamientos de Tijuana y Mexicali se preparan para recibir única y exclusivamente a los connacionales que sean deportados por el presidente electo Donal Trump, a partir del próximo 20 de enero, cuando llegue una vez más a la Casa Blanca.
Tras informar lo anterior, la gobernadora del estado Marina del Pilar Ávila Olmedo, dijo que en ambas ciudades se instalarán ocho albergues atender a los mexicanos que sean repatriados a quienes se les brindará un apoyo integral, a fin de facilitar su llegada y, posteriormente ser canalizadas a sus lugares de origen.
Esta medida, destacó, forma parte de un Plan Nacional, el cual contempla la construcción de 25 nuevos albergues en toda la frontera norte del país, para auxiliar a nuestros compatriotas que regresen a México, ya sea por decisión propia o debido a las deportaciones masivas anunciadas por Trump.
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En Tijuana, el alcalde Ismael Burgueño Ruiz expresó que se contrató una nave en el Parque Industrial “Nordika” que será habilitado como albergue donde se tendrá la capacidad logística y en especial el personal capacitado para dar un trato digno y humano a los inmigrantes que sean deportados.
Las unidades deportivas serán habilitadas como albergues en caso de ser necesario
Otros sitios están considerados como las unidades deportivas de la ciudad aunque eso se consideraría como una situación extrema, puntualizó el alcalde tijuanense al afirmar que el objetivo principal es que ningún espacio público sea utilizado para no alterar el entorno de las familias de la ciudad.
A su vez, el secretario general de Gobierno, Alfredo Álvarez Cárdenas, señaló que ya fueron designados cinco de los seis espacios que estarán habilitados para recibir a personas migrantes que puedan ser deportadas de Estados Unidos, mismos que podrán albergar hasta dos mil 500 personas en los municipios de Mexicali y Tijuana.
«Estamos revisando muy puntualmente las necesidades que tendrán, evidentemente relacionadas con su seguridad, alimentación, trato y disposición para su traslado a sus lugares de origen. Ese es el proceso en el que nos encontramos en este momento», declaró.
El titular de la Secretaría General de Gobierno (SGG) puntualizó que las personas en contexto de movilidad serán canalizadas a los espacios de acuerdo con una clasificación que establece si se trata de hombres y mujeres en solitario, así como de núcleos familiares integrados por niñas, niños y adolescentes.
El INM recibirá a los connacionales en las garitas, quienes serán llevados a los albergues y después a sus lugares de origen
Remarcó que la intención es brindarles una atención digna, de acuerdo con sus necesidades y características específicas.
Álvarez Cárdenas agregó que, por instrucción de la gobernadora Marina del Pilar, se dará seguimiento a las acciones que realice el INM para apoyarlos y potenciar su operación, que incluye dos tipos de traslado: de las garitas a los albergues, y de estos a destinos finales, como sus lugares de origen.
El objetivo es estar preparados para esta dinámica migratoria, considerando tanto la asistencia humanitaria como la coordinación entre los niveles de gobierno. Por lo tanto, ya hay mesas de trabajo instaladas en conjunto con el INM y los ayuntamientos de Mexicali y Tijuana, a fin de atender de forma integral a la mayor cantidad de personas.
Por su parte, el pastor Albert Rivera director del albergue “Ágape”, de Tijuana, advirtió sobre la agudización de la crisis migratoria en la frontera norte del país, en particular en el noroeste.
Los tres niveles de gobierno deberán trabajar unidos con la sociedad civil para evitar una crisis humanitaria
“Desde hace años vivimos una crisis migratoria, aumentaron por miles las deportaciones, por miles los migrantes que se quedaron varados en la frontera sur y norte de México, los albergues fueron rebasados”, señaló el pastor quien desde hace dos décadas brinda refugio a familias completas.
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“La crisis se agravó porque el primer gobierno de Trump deportó a miles y Biden cerró la frontera con el argumento del COVID y se cancelaron las solicitudes de asilo político “ añadió .
El albergue “Ágape “ es uno de los más grandes de Tijuana con una capacidad para mil 200 personas y en la actualidad atiende a inmigrantes de tienen de tres a 10 meses en espera de sus citas CBP One, para asilo político en Estados Unidos, indicó.
“Si creo que vamos a tener una crisis mayor; con esta crisis hoy más que nunca los tres niveles de gobierno van a tener que trabajar más unidos y coordinados con la sociedad civil”, advirtió el activista.
ONGs piden se diseñe una política de apoyo a los albergues para que cuenten con recursos propios
Expuso que por el momento es necesario ayudar a los inmigrantes varados para sacar el INE y poder solicitar un trabajo para la manutención de sus familias y
canalizarlos a los programas de bienestar social.
Albert Rivera advirtió que la crisis humanitaria la viven las familias emigrantes inicia desde el momento que tienen que abandonar sus lugares de origen donde son víctimas de la violencia política y del narcotráfico y continúa en su camino al norte donde sufren abusos y extorsión .
Por su parte, José María Lozano, fundador de la Alianza Migrante de Baja California que agrupa ocho refugios de la ciudad, advirtió que es urgente sé qué instrumente una política de apoyo a los albergues que desde hace más de seis años subsisten con recursos propios y el apoyo de organismos civiles de México y Estados Unidos.
“Cuando se cerró la frontera de Estados Unidos en 2020 con la pandemia del COVID-19, miles de migrantes quedaron varados y los refugios fueron rebasados y gracias a la sociedad tuvimos comida y otros enseres para darles un trato humano”, indicó.
Recordó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador canceló el subsidio económico que se le daba a los organismos no gubernamentales en el país entre ellos a los albergues migrantes.






