Tercera y última parte
Morelia, 16 sep. (AMEXI).- Hace 16 años, el pueblo de Michoacán se alistaba a celebrar el Grito de Independencia sin saber que algunos de ellos perderían la vida y otros resultarían gravemente heridos, debido a atentados terroristas contra civiles.
Los gobiernos del presidente Felipe Calderón y del gobernador Leonel Godoy ignoraron en 2008 la información que alertaba sobre el ataque con granadas contra la población civil de Morelia, durante la conmemoración de esa fiesta nacional.
“El lunes 15 de septiembre estén atentos porque va a haber un desastre el día del Grito”, advertía uno de los mensajes que el Centro de Comunicaciones, Comando, Cómputo y Control michoacano recibió días antes del cruento atentado, cometido en el Centro Histórico de Morelia.
También estuvieron enteradas autoridades civiles y militares, pero no se le dio mucha importancia, reportó Inteligencia Militar y las copias de los audios fueron proporcionados a este reportero.

Cinco advertencias notificadas por vías telefónica y escrita
Un documento oficial del Centro de Comunicaciones, Comando, Cómputo y Control (C4) del gobierno de Michoacán, detallaba en aquella época cinco amenazas de atentados que fueron recibidas entre el 1 y el 12 de septiembre a través del Servicio Telefónico de Emergencias “066”.
Además, se informaba que las cinco advertencias fueron notificadas por vías telefónica y escrita –en sobre cerrado- a altos funcionarios de las entonces Procuraduría general de la República (PGR), Policía Federal Preventiva (PFP).
Asimismo recibieron la información los responsables del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), así como las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), de Marina (Semar) y de Protección Civil que estaban comisionados en Michoacán.
Una de ellas fue recibida vía telefónica en el C4 a las 11:37 horas del viernes 12 de septiembre de ese año, en la que un hombre advertía de forma textual:
“El lunes 15 de septiembre estén atentos porque va a haber un desastre el día del Grito”.
Las autoridades desatendieron las advertencias
Esta información fue compartida de inmediato por personal del C4 a Citlalli Fernández González, entonces secretaria de Seguridad Pública de Michoacán y consejera del Poder Judicial estatal; Fidel Calderón Torreblanca, secretario de Gobierno y exdiputado local; así como a Miguel García Hurtado, procurador de Justicia de Michoacán.
La amenaza fue notificada por teléfono y en sobre cerrado a Mario Bautista Ramírez, director de la Policía Estatal; así como a las oficinas del general de la XXI Zona Militar con sede en Morelia y del vicealmirante de la X Zona Naval comisionado en el Puerto de Lázaro Cárdenas.

También fue entregado en las oficinas de los delegados de la PGR y del CISEN en Michoacán, así como en la comandancia regional de la Policía Federal.
Pero ninguna de las cinco amenazas fue tomada en serio, por lo que presuntos sicarios del cártel de La Familia Michoacana detonaron una granada de fragmentación en la Plaza Melchor Ocampo de Morelia, frente al Palacio de Gobierno.
Dos granadas estallaron en medio de la población
Lo anterior, en los instantes en que el mandatario estatal Leonel Godoy Rangel ondeaba la Bandera Nacional para conmemorar el Grito de la Independencia. Otra granada fue detonada a cinco calles del edificio de gobierno estatal.
Muchos después de los atentados, que aún son recordados tristemente por los michoacanos, fuentes de la SIEDO revelaron que, de acuerdo con las investigaciones, en total fueron cinco los autores materiales del estallido de dos granadas de fragmentación en medio de la multitud.
La primera fue lanzada en la Plaza Melchor Ocampo y la segunda en el cruce de las calles Madero y Quintana Roo, en la ciudad de Morelia.
Sin embargo, todos fueron puestos en libertad después de que el juez resolvió que “no se respetaron sus derechos fundamentales, dado que fueron exhibidos” ante los medios de comunicación y se publicó un video en el cual se ven cómo “son sometidos a una entrevista, sin presencia de un defensor”.
En esa grabación aceptaron su participación, lo que genera la nulidad de dicha confesión, así como de las restantes pruebas que emanaron de ella, es decir, declaraciones de testigos protegidos.
La defensa de los procesados demostró que tres de ellos, a quienes habían señalado como supuestos autores materiales, se encontraban en la ciudad de Lázaro Cárdenas el día de los atentados, sin que se aportara prueba alguna e incluso uno de ellos estuvo cenando con un familiar muy cercano de Leonel Godoy.
Tampoco se demostró su vinculación con La Familia Michoacana, por lo que fueron dejados en libertad y con esa determinación de un juez, a 16 años del atentado desconocen a ciencia cierta quién o quiénes son los autores materiales e intelectuales de ese atentado terrorista, considerado así por las autoridades estatales.
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