Jesús Mejía. Corresponsal
Mérida. Yuc., 5 jul (AMEXI).- Pese a los temores de su poder destructivo tras su paso por las islas del Caribe, el huracán “Beryl” sólo le tomó 10 horas en atravesar de oriente al norponiente el estado de Yucatán, degradándose a tormenta tropical, lapso en que causó daños menores sin pérdidas humanas que lamentar.
A las 17 horas aproximadamente, el ciclón abandonó las costas del Puerto de Progreso, Yucatán, donde dejó, lo mismo que en los municipios de Dzemul, Motul Izamal, Valladolid y Chemax, entre otros del este del estado, árboles, postes y espectaculares derribados.
En Progreso la caída de una estructura metálica para grandes anuncios cayó sobre cables de tendido eléctrico, por lo que provocó la interrupción del suministro, situación que se repitió también en la cabecera municipal Motul así como en la demarcación de Tizimín.
En Mérida no hubo afectación de ningún tipo, ya que las rachas y vientos fueron esporádicos y escasas las lluvias.
En las casas de las más de 400 colonias y fraccionamientos de la capital del estado, además de las empresas, los propietarios invirtieron en implementos de seguridad e incluso muchos incurrieron en compras de pánico, pero se quedaron esperando el paso del meteoro.
El gobernador Mauricio Vila Dosal, en un breve mensaje dado tras la salida de Beryl del territorio yucateco, confirmó los daños mencionados y el saldo banco, sin víctimas, gracias, dijo, a las medidas de prevención implementadas con la participación de los ciudadanos.
Informó del levantamiento de las medidas restrictivas a partir de esta tarde en lo tocante a la movilidad del transporte público y la suspensión de las actividades no esenciales de las empresas, así como la llamada “ley seca”.
Los albergues del Ayuntamiento de Mérida fueron ocupados por más de 200 personas y los instalados por el gobierno del estado, sobre todo en los municipios del cono sur de Yucatán, también dejaron de operar ante la lejanía del meteoro.
En Progreso, los residentes acudieron todavía con luz vespertina a presenciar la salida de Beryl como tormenta tropical, que horas antes desató vientos y rachas de cerca de 80 km/h y oleajes de más de cuatro metros de altura.
El segundo huracán de la actual temporada en el Atlántico y Mar Caribe rompió todos los pronósticos oficiales de trayectoria, incluso de expertos, ya que inicialmente se proyectó su entrada entre José Othón (Chetumal) y Felipe Carrillo Puerto con rumbo al punto PUC y el sur de Yucatán, pero cambió de ruta.
Finalmente entró al norte de Tulum aproximadamente a las 5:05 horas, ingresó a territorio yucateco dos horas después y se enfiló al norponiente, entre Progreso y Uaymitún para salir a las 17 horas al Golfo de México.
Los cambios de intensidad y ruta del meteoro desataron los memes entre los internautas, que dijeron que el huracán iba a cambiar de nombre, de Beryl a Rommel Pacheco en alusión a los cambios de partido político en que ha incurrido el deportista yucateco.
Atrás quedaron las versiones de un ficticio enfrentamiento entre Poseidón, la deidad griega de los mares, y Chac, el dios del agua y la lluvia entre los mayas.
Lo cierto es que muchas familias tendrán que degustar las grandes cantidades de latas de atún y pan y mantener en almacén el papel sanitario adquirido durante las compras de pánico-