Luego de que la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que, en una llamada, su homólogo estadunidense, Donald Trump, expresó que los migrantes no cruzarían la frontera norte de México, la caravana de personas de diversas nacionalidades salió de Tapachula, Chiapas, en busca del sueño americano.
Con temor y desorganizados, desde la noche del domingo y este lunes, unos mil 500 migrantes iniciaron su recorrido, tras no obtener cita a través del sistema CBP One, que regula los procesos migratorios oficiales.
Un grupo de migrantes integrada por hombres, mujeres y niños, que tenía previsto salir en caravana desde Tapachula la madrugada del lunes, decidió adelantar su partida el domingo después de las 10 de la noche, por el temor de ser detenidos.
Desesperan ante la falta de citas del sistema CBP One
De acuerdo con testimonios de los involucrados, elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) habrían intentado desintegrar el grupo durante su estancia en un parque de la ciudad.

Samuel Días, uno de los organizadores del grupo, explicó que la mayoría de los migrantes lleva meses a la espera de una cita para avanzar hacia el norte, pero el proceso es lento y agotador económicamente.
“Estamos gastando dinero sin tener ingresos estables y muchos temen que, con los cambios políticos en Estados Unidos, ya no puedan cruzar”, indicó.
Entre los migrantes están 250 niños y 800 mujeres, quienes parten sin recursos suficientes y enfrentan problemas de salud, como tos y heridas en los pies.
A pesar de ello, no flaquean y sacan fuerzas de donde pueden y se mantienen con la idea de llegar a la frontera norte y de ahí cruzar a territorio estadunidense, con el apoyo de organizaciones civiles que les han proporcionado víveres y asistencia básica.
Ante la incertidumbre que provocan las declaraciones del presidente electo Trump y un posible pacto con la presidenta mexicana para evitar el incremento en los aranceles, la caravana partió dividida en dos, la del domingo 1 de diciembre y la segunda la madrugada del 2 de diciembre desde Tapachula, en busca de llegar a su primer punto, la Ciudad de México.
Niños y mujeres al frente
Tienen planeado descansar en municipios grandes para recibir ayuda de la población local. Según Samuel, niños y mujeres van al frente, seguidos por mujeres solas y al final, los hombres.
Aunque existe temor a posibles intervenciones de las autoridades migratorias, los extranjeros llevan en mente la decisión de avanzar.
“Ya no hay tiempo de espera, el tiempo es valioso, no confiamos en las promesas de ser trasladados a otros estados; preferimos seguir nuestro camino”, expresó.
Este contingente de indocumentados, en su mayoría de Venezuela, caminó unos 26 kilómetros y unas 10 horas continuas desde Tapachula, la mayor urbe de la frontera con Centroamérica, hasta Huehuetán, donde se dividió en dos grupos.

El contingente mayoritario avanzó rumbo al municipio de Huixtla, mientras que el segundo se quedó a descansar en el parque de Huehuetán.
En el éxodo también hay colombianos, haitianos, cubanos y centroamericanos, y de regiones más distantes, como Medio Oriente.
El venezolano Juan José, quien viaja en la caravana, comentó que decidieron salir en caravana por inseguridad, secuestros y extorsiones, prefieren caminar en grupos para su mayor seguridad.
Nosotros tememos que cierre la frontera porque la cita de asilo a Estados Unidos se demora de seis a siete meses, no podemos esperar más, vamos a recorrer más de mil kilómetros, con incertidumbre y miedo, concluyó.
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