Gerardo Carmona. Corresponsal
Nezahualcóyotl, Edomex, 10 jul (AMEXI).- Antonia “N”, una joven de 28 años de edad, salió esta mañana del Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Neza-Bordo, donde cumplía una condena de 12 años, luego de ser beneficiada con una amnistía promovida por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem).
Ello, en el marco del Órgano de Consolidación del Sistema de Justicia Penal Acusatorio y Oral en el Estado de México, órgano integrado por la Consejería Jurídica del Gobierno del Edomex, el Poder Judicial estatal, la Fiscalía mexiquense, la Secretaría de Seguridad, la Legislatura local y la propia (Codhem).
Antonia fue sentenciada por el delito de lesiones agravadas, acusada por su exesposo de provocar la caída de una de sus hijas por las escaleras; pero durante años, este sujeto ejerció violencia física, económica, patrimonial, psicológica y sexual en su contra, sin embargo, para emitir su sentencia el juez no tomó en cuenta factores como sus condiciones de pobreza, la falta de oportunidades educativas y la violencia por parte de su pareja, aunado a que su defensa no aportó las pruebas necesarias de su inocencia ni cuestionó adecuadamente la clasificación de las lesiones certificadas por la médica legista.
Al salir del Penal de Neza-Bordo, la presidenta de la Codhem, Myrna García Morón, informó que esta es la segunda amnistía del año otorgada a una mujer, con la que se llegan a un total de 16 las que ha gestionado el organismo, lo que representa más de 337 años perdonados de sentencias. «Tenemos a muchas personas que, debido a una falta técnica, desde el punto de vista material de una buena defensa, han tenido que pasar procesos y cumplir sentencias.
Esta es una Ley (Amnistía) muy reparadora, recompone el tejido social, da nuevas oportunidades y logra lo que vimos hoy: que en la mañana Antonia se despierte, haga sus actividades regulares y le puedan notificar la decisión que un juez tomó, después de un pronunciamiento por parte de esta Comisión Estatal de Derechos Humanos: una amnistía», señaló la ombudsperson mexiquense.
En el análisis realizado por este organismo, consideraron todas las condiciones que pusieron a Antonia en mayor vulnerabilidad e indefensión, las cuales no fueron evaluadas durante su proceso legal. Como resultado de la amnistía, se le perdonaron 10 años y 3 meses de condena, permitiéndole salir en libertad tras pasar un año y nueve meses en el CPRS Neza-Bordo.
La historia de Antonia es representativa de muchas mujeres que, a pesar de sus esfuerzos por mejorar su calidad de vida, no reciben las oportunidades necesarias. Su contexto de vida refleja numerosas carencias; trabajó desde niña vendiendo tamales y fue víctima de una agresión sexual siendo menor de edad. A los 17 años, inició una relación con un hombre de 31 años quien la convenció de mudarse a Puebla sin revelar que estaba casado y tenía tres hijas. Antonia tuvo que cuidar y mantener a estas hijas, además de tener una hija con él.
Debido a la violencia ejercida en su contra, Antonia se separó de su pareja, quien demandó la guarda y custodia de su hija en común y la amenazó para que firmara documentos judiciales, acusándola de haber aventado a una de sus hijas de las escaleras. Por este delito, fue detenida y sentenciada.
García Morón aseguró que se dará seguimiento puntual y acompañamiento a Antonia ahora que está en libertad.