Leonel Durante López. Corresponsal
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 13abr. (AMEXI).- En el periodo 2019-2024, en Chiapas han desaparecido 312 y la cifra sigue en aumento, debido a la violencia criminal que generan los grupos del narcotráfico que operan en su territorio y, lo que es peor, el actual gobierno de Morena incumple su deber de búsqueda, verdad, justicia y reparación integral del daño que ocasiona ese flagelo.
Esta revelación la hizo el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas en la presentación de su informe “Tocar el Vacío”, un esfuerzo para analizar el fenómeno de la desaparición de personas en Chiapas, que desde hace varios años registra un aumento exponencial de cifras de personas desaparecidas, con un impacto profundo sobre quienes buscan a sus seres queridos y en la sociedad chiapaneca en general.
El informe fue presentado en forma conjunta con las organizaciones civiles independientes, entre ellas, Voces Mesoamericanas, Frayba, Serapaz y Melel Xojobal, quienes han conformado el grupo de trabajo contra la desaparición de personas en Chiapas
Así, en 2019 se registraron 68 de personas desaparecidas; para 2022 la cifra fue más dramática al aumentar a 244 desaparecidos, pero año tras año el fenómeno ha ido en aumento hasta alcanzar el 358 por ciento en esos periodos.
Luego al actualizar las cifras, en 2023 se llegó a un total de 312 casos que, de acuerdo al periodo 2019 a 2023, el aumento fue del 458 por ciento, únicamente tomando cifras oficiales del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.
“Las instancias estatales y federales encargadas de la investigación y búsqueda realizan diversos artificios para diluir públicamente la situación, que va desde la negativa a recibir las denuncias o inscribir a las personas desaparecidas en los registros oficiales, hasta la clasificación de los hechos como algo distinto a la desaparición”, señala el citado informe.
Asegura que la Fiscalía Especializada en la materia no tiene personal suficiente para hacer frente al fenómeno, lo que demuestra el desinterés estatal por crear condiciones para investigar. Ello se demuestra que entre el 1 de diciembre de 2018 y 30 de junio de 2023, la Fiscalía General del Estado registró 201 carpetas de investigación por desaparición de personas a manos de particulares, pero ninguna por desaparición forzada.
El interés del informe es identificar y analizar varias líneas de la desaparición, donde destaca la disputa y control territorial por la delincuencia organizada.
Es de especial preocupación la situación en la región sierra y frontera, dónde la explosión de violencia ligada a la disputa entre grupos la delincuencia organizada ha llevado a un alza de las desapariciones sin que sea posible medir el problema con precisión, tanto por la violencia que impera, como por la desconfianza en las autoridades.
Otros patrones documentados en el informe incluyen: la desaparición de personas en movilidad internacional; los que se presentan alrededor de las realidades de niñas, niños y adolescentes; así como los que emergen en el contexto de la violencia político-electoral; en el marco de detenciones arbitrarias cometidas por agentes estatales.
Así como los relacionados a la violencia contra las mujeres, con énfasis en la trata de personas y feminicidio; de personas defensoras de derechos humanos; y en el marco de las acciones militares y paramilitares de contrainsurgencia durante los años noventa.
En la actualidad, el estado de Chiapas padece una creciente ola de violencia luego que en la región han aumentado las disputas entre los cárteles del narcotráfico para controlar la frontera de México con Centroamérica, lo que ha resultado en homicidios, desapariciones y desplazamiento forzado de personas de sus comunidades, en particular de indígenas.
Llevar a cabo esta primera radiografía de la problemática ha representado un gran reto, pues muchas de sus características son nuevas en Chiapas, además de que existe un extendido silenciamiento de los territorios donde sucede.
Los patrones de la desaparición en Chiapas reflejan dinámicas nacionales, pero también presentan características propias relacionadas a condiciones históricas, políticas y sociales.
Existen dos focos rojos en el estado:
El primero, de acuerdo a datos expuestos por el Comité de Naciones Unidas contra la Desaparición Forzada (CED, por sus siglas en inglés), en Chiapas la desaparición de mujeres es mucho mayor a los índices nacionales.
El segundo, es visibilizado por la organización Melel Xojobal, quien da cuenta de que en el 2022 Chiapas ocupó el cuarto lugar nacional en desaparición de niñas, niños y adolescentes (NNA), es decir que de acuerdo a estadísticas, en Chiapas existe un riesgo mayor de desaparición de mujeres, niños y adolescentes.