Leonel Durante López. Corresponsal
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 16 jul (AMEXI).-A raíz de la violencia que vienen ejerciendo los grupos criminales que se han extendido a lo largo y ancho del estado de Chiapas, y tras los ataques armados de la delincuencia en la región Sierra, Frontera y Centro de la entidad, borró del mapa las acciones de los Defensores de Derechos Humanos del Medio Ambiente, al igual de los que defienden Las Minas en Chicomuselo.
Por ello, el pueblo está indefenso porque el gobierno federal y del estado, se hacen los desentendidos pese a que las violaciones a los derechos humanos lo hacen en su frente, y aun así no actúan y jamás han tenido la mínima intención de dialogar o intervenir en favor de las personas.
Gustavo Castro, miembro de la organización Otros Mundos, sostuvo que en Chiapas el crimen desde hace ya dos años o más tomó el control de la situación de los pueblos, creciendo la violencia en contra de la sociedad y violando los Defensores de Derechos Humanos de los ambientalistas que se dedican a proteger las Minas en Chicomuselo.
Agregó que debido a la tolerancia de los gobiernos, el crimen se ha extendido en Chiapas y a otras entidades del país, y aquí en Chiapas ya es muy común las extorsiones, cobros de derecho de piso, entre otras acciones ilegales que realizan los delincuentes en contra de la población.
Gustavo Castro, señala que el crimen organizado como ni el gobierno, ni el ejército ni la Guardia Nacional los para, éstos han ido más allá, de lo que dio origen su presencia en Chiapas, el tráfico de las drogas, que ha extendido sus “tentáculos” en otras regiones, como se muestra su crecimiento en los estados más violentos del país, como Guerrero, Morelos, Michoacán Zacatecas y Guanajuato, donde tienen el mismo modo de operar, a través de la violencia, someten a la población.
Aquí en Chiapas, a los criminales les dejan más ganancias que las drogas, en tráfico de humanos, el negocio de las minas, el agua, las tierras y las zonas boscosas, el robo de casas, de automóviles, lavado de dinero, robo de ranchos, que entre más dinero ganan, más fuertes se vuelven.
Sus negocios se han ido extendiendo sobre todo el control de las presidencias municipales, pues a veces se convierten en más importantes que las autoridades municipales, las que son rebasadas por no poderles hacer frente.
Lo anterior, hace que efectivamente sea más complicado la labor de los defensores de derechos humanos, porque esa labor ha sido “aplastada”, por la violencia de los grupos criminales que operan con toda impunidad en Chiapas y en todo el país, de ahí que es visible que no es el gobierno que manda, sino que es el crimen organizado que tiene el control total del estado de Chiapas, concluyó Gustavo Castro Soto, Coordinador Otros Mundos AC-Amigos de la Tierra México.