En el municipio de Minatitlán, Veracruz detuvieron a una funcionaria del Instituto Municipal de la Mujer (IMM), por ejercer violencia, cuando su deber es combatirla.
Lo anterior es muestra de la contradicción más alarmante en el discurso institucional ya que este lunes, agentes ministeriales detuvieron a Judith “N”, titular del área jurídica del IMM.
La autoridad ejerció una orden de aprehensión en su contra por los presuntos delitos de violencia familiar y lesiones.
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¿Cómo fue el arresto de la funcionaria?
El arresto ocurrió la mañana de este 14 de julio, cuando la funcionaria se disponía a ingresar al edificio donde labora.
La escena —una promotora de la no violencia siendo aprehendida por ejercerla— dejó atónitos a trabajadores del Ayuntamiento y activistas que, hasta hace poco, la escucharon hablar en foros sobre protección y empoderamiento femenino.
Judith, de 46 años de edad, la subieron a una unidad ministerial para ser trasladada de Minatitlán a la ciudad de Xalapa, donde un juez de control la requiere para la audiencia inicial del proceso judicial.
¿Qué provoca la detención?
El caso ha desatado una oleada de críticas debido a que se trata de una funcionaria cuya encomienda era defender los derechos de las mujeres y asesorar legalmente a víctimas de violencia.
Este hecho pone en entredicho los filtros éticos y profesionales del Instituto Municipal de la Mujer, así como el manejo interno de denuncias en contra de sus propias integrantes.
No es la primera vez que la ahora detenida es señalada por incongruencias en su actuar: semanas atrás, su nombre estuvo en el centro de la polémica al asumir casos que no correspondían a su jurisdicción, incluso interviniendo en expedientes de otros municipios sin respaldo institucional.
Silencio institucional
Hasta el momento, la directora del IMM en Minatitlán ni la presidenta municipal, Carmen Medel Palma, han emitido posicionamiento alguno.
El silencio institucional solo aviva la indignación ciudadana, especialmente entre colectivos feministas y organizaciones que por años que llevan de lucha porque el Instituto se mantenga libre de conflictos de interés y perfiles cuestionables.
¿Qué dicen activistas?
Activistas advierten que el caso no puede ser minimizado ni tratado como un “asunto personal”.
Por ello, exigen una revisión exhaustiva del personal que encabeza áreas clave del Instituto, así como protocolos más rigurosos que impidan que quienes ejercen violencia ocupen cargos desde donde deberían combatirla.
Minatitlán, municipio con altos índices de agresión contra mujeres
El municipio de Minatitlán registra altos índices de agresiones contra mujeres, por lo que el escándalo no solo expone la fragilidad de las instituciones encargadas de protegerlas, sino también la misión que realizan sea desvirtuada.
La justicia ahora deberá determinar la responsabilidad penal de quien, según la ley, debió ser parte de la solución y no del problema.