Zacazonapan, Edomex, 30 ago. (AMEXI).- En demanda de un aumento en las utilidades, la compañía minera Tizapa, una de las principales fuentes de empleo y desarrollo en el sur del Estado de México, estalló en huelga.
Esta exigencia del sindicato, encabezado por su dirigente Napoleón Gómez Urrutia, tensó la relación laboral con la directiva de la empresa en la últimas semanas, al grado de que tuvo que cerrar sus puertas.
Además, ha generado preocupación entre los trabajadores y proveedores, muchos de los cuales han comenzado a retirar su maquinaria ante la amenaza inminente de una huelga prolongada.
El cierre de Tizapa no solo afecta a los empleados de la mina, sino también a la economía local que depende en gran medida de la actividad minera.
El futuro de la operación y las negociaciones sindicales se mantiene incierto, y el impacto de la huelga podría extenderse a otras regiones si no se llega a un acuerdo pronto.
Grupo Peñoles, uno de los principales productores de metales en México, no ha emitido un comunicado oficial respecto a las demandas del sindicato ni sobre el tiempo estimado para resolver el conflicto.
Esta mina, inició sus actividades en 1993 y ha sido un motor económico crucial en la región desde su creación, con una capacidad instalada inicial de 800 mil toneladas anuales de mineral molido.
Los yacimientos de minerales en la barranca de Tizapa fueron descubiertos en 1979, lo que llevó a la construcción de la unidad minera en la década de los noventa.
Desde entonces, la empresa ha jugado un papel fundamental en el crecimiento económico de la zona, proporcionando empleo a cientos de familias y estableciendo una red de proveedores locales.