Por Luis Ayala Ramos
Un supuesto festejo de cumpleaños terminó convertido en un evento masivo que congregó a más de mil jóvenes, en su mayoría menores de edad, lo que provocó la clausura del lugar por personal de Regulación Comercial y la intervención de elementos de la Policía Municipal de Texcoco, Estado de México.
La dueña del inmueble, quien pidió el anonimato, explicó que el espacio tiene capacidad para 250 personas, pero que cerca de las seis de la tarde del viernes se dio cuenta de que el sitio estaba completamente abarrotado, al grado de que era imposible moverse dentro.

Al buscar al responsable del evento, éste aseguró que todos eran invitados, aunque la mayoría de los asistentes portaban pulseras verdes fosforescentes con la leyenda “Entrando al DESM@DRE”, lo que hacía evidente que se trataba de una fiesta organizada y no de una reunión privada.
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Sobrecupo y consumo de alcohol
La apoderada del salón, al notar el sobrecupo y el consumo de alcohol entre algunos asistentes, dio aviso a las autoridades para evitar una posible tragedia. Policías municipales acudieron de inmediato y confirmaron que el lugar se encontraba con más del cuádruple de su capacidad permitida.
El ruido y el desorden llegaron hasta el presidente municipal Nazario Gutiérrez Martínez, quien ordenó que personal de Regulación Comercial y de Seguridad Pública se presentara en el lugar para proceder al desalojo de los asistentes y la clausura del inmueble.
El presunto organizador de la fiesta huyó del lugar junto con algunos acompañantes durante el operativo, dejando a la dueña del establecimiento con el problema de la clausura y las posibles sanciones legales.
“Ya me clausuraron, pero no se vale porque el lugar me lo rentaron para una fiesta y metieron a más de mil chamacos que no sé de dónde salieron, nos engañaron y ahora solo se fueron”, dijo la propietaria, quien aseguró que demandará por considerar que fue víctima de un abuso.
Los jóvenes fueron contactados por redes sociales para asistir al evento
Algunos de los jóvenes entrevistados señalaron que fueron contactados por redes sociales para asistir a la fiesta y, aunque evitaron revelar el costo de entrada, reconocieron que pagaron por la pulsera que les permitía ingresar.
Elementos de Seguridad Pública informaron que el desalojo se realizó de manera pacífica y que las mochilas de los asistentes fueron entregadas ordenadamente, una vez que cada uno pasó a recogerlas antes de abandonar el lugar.