En la ciudad fronteriza con Estados Unidos de Tijuana, Baja California, decenas de migrantes de distintas nacionalidades y activistas de organizaciones civiles enfrentan un panorama de incertidumbre tras el anuncio de la cancelación del programa CBP One por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Portando documentación y esperanza, los migrantes llegaron con la expectativa de cumplir su cita, gestionada meses atrás mediante la plataforma CBP One, pero fueron recibidos con la noticia de que el programa había sido suspendido.
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¿Qué es la CBP One?
CBP One, una herramienta implementada durante administraciones previas permitió a miles de solicitantes de asilo agendar citas para presentar sus casos en los puntos de entrada estadounidenses de manera más organizada.
Desde su arranque, Tijuana se posicionó como uno de los principales puntos de cruce hacia Estados Unidos, convirtiéndose en un epicentro de flujo migratorio regulado.
“Nos dijeron que esperáramos meses por esta cita, y ahora nos informan que ya no existe el programa. No sabemos qué hacer, no tenemos un plan alternativo”, expresó Juan Carlos Martínez, un migrante hondureño que llegó con su familia buscando asilo.
¿A quiénes preocupa la noticia de cancelación de la CBP One?
La noticia genera preocupación no solo entre los migrantes, sino también entre organizaciones civiles que trabajan en la región.
Diversos colectivos advirtieron que la suspensión de CBP One podría aumentar las tensiones y los riesgos para quienes buscan refugio, especialmente al quedar expuestos a redes de tráfico humano o a condiciones precarias en la espera de una resolución.
El gobierno estadounidense no ha emitido hasta el momento detalles claros sobre las alternativas para quienes ya contaban con citas programadas.
Por su parte, autoridades locales en Tijuana destacaron la necesidad de mayor coordinación con las instancias federales para atender la creciente crisis humanitaria que esta medida podría desencadenar.
Mientras tanto, los migrantes permanecen en los alrededores de El Chaparral con la esperanza de recibir nuevas indicaciones. La incertidumbre y el temor al regreso de políticas migratorias restrictivas se hacen cada vez más palpables en la frontera.
